El pasado martes 22 de octubre Metrópoli Laguna, esfuerzo conjunto de más de treinta organismos empresariales, de la sociedad civil y universidades, tuvimos el gusto de compartir los resultados de nuestros primeros seis meses de trabajo y dar paso a la planeación de los siguientes pasos. Reafirmamos, entre otros elementos claves para seguir avanzando hacia la Metropolización de nuestra región, el compromiso de integrar nuestro objetivo colectivo a las agendas particulares de cada organización. El reto no es sencillo, pues Metrópoli Laguna reúne a instituciones diversas, de quehaceres y personalidades que en ocasiones son opuestas; sin embargo, coincidimos plenamente en la necesidad de impulsar un modelo de coordinación que resulte viable, sostenible y tenga posibilidades claras de convertirse en políticas públicas e instituciones que den certeza y legitimidad a la planeación y toma de decisiones desde una perspectiva metropolitana.
La iniciativa que presentamos a finales de marzo de este año ante medios de comunicación tenía como objetivo principal colocar en la agenda pública el tema de la necesidad de construir una región metropolizada, es decir, que tanto estados como municipios integrantes de la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML) logren acordar principios básicos de coordinación para planeación y toma de decisiones. Con base en los "temas de interés metropolitano" que establece la Ley Federal de Ordenamiento Territorial (LGAHOTDU, 2016), determinamos enfocar la campaña en seis ejes para su análisis y reunión de propuestas: movilidad y transporte; seguridad y justicia; abastecimiento y calidad del agua; cuidado del medio ambiente; desarrollo económico; y gobernanza metropolitana.
Con la idea de colocar el acento de nuestra campaña en la necesidad de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía lagunera, el objetivo de nuestra primera etapa se cumplió con éxito. Nuestra comunidad en redes sociales se extendió hasta alcanzar miradas interesadas en la iniciativa desde otras partes de México y zonas metropolitanas fuera del país. Los medios de comunicación también han retomado el tema en sus publicaciones a razón de tres notas semanales en promedio desde el inicio de nuestra campaña.
Metrópoli Laguna ha significado también un gran esfuerzo por conocer la realidad global para traducirla en propuestas locales que puedan generar impacto positivo en el desarrollo regional. Para ello hemos estudiado los procesos de zonas como el Área Metropolitana de Guadalajara, en el que la participación de la sociedad civil nos invitó a trazar esta ruta por la que vamos transitando. Encontramos otras luces también en el modelo de gobernanza de la zona de Bilbao, en España, cuyo desarrollo económico y diseño del espacio urbano son referencias mundiales del contexto metropolitano y el crecimiento sustentable. Reconocemos pues, al igual que el investigador de la UNAM, Manuel Perló, que la tendencia mundial de crecimiento y complejización de las zonas urbanas, son fenómenos inevitables. Para afrontar los retos que La Laguna ya presenta, debemos prepararnos tanto gobiernos como ciudadanía, con herramientas e instituciones política y técnicamente capaces.
La coyuntura en La Laguna nos parece inmejorable. Tras la aprobación de la LGAHOTDU a nivel federal en el año 2016, Coahuila y Durango promulgaron sus leyes de Ordenamiento Territorial el año pasado. Los gobiernos estatales han dado muestras claras de una relación bi-estatal positiva, aún que los respectivos gobernadores tienen diferentes orígenes partidistas. De igual forma, alcaldes y alcaldesas de la zona metro llegaron a sus puestos abanderados por distintos colores, y han coincidido con la necesidad de mejorar las bases jurídicas de las relaciones inter-municipales. Por parte del gobierno federal, las instituciones que llevan la batuta en el ordenamiento territorial y la coordinación de metrópolis son la SEDATU, del poder Ejecutivo, y del Legislativo, la Comisión de Zonas Metropolitanas del Senado. Tras la instalación del Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial el 8 de octubre, la sintonía de ambas instituciones federales junto a otras que lo integran también se ha mostrado evidente.Avanzar, de manera colaborativa, en la construcción de un modelo a la medida de La Laguna, es una vía para lograr las metas y sueños de desarrollo regional que por décadas hemos anhelado. Participar reconociendo la riqueza que genera el proceso mismo de construcción, propuestas, gestiones y diálogo, nos acerca con mayor seguridad a la institucionalización de un modelo en el que las necesidades de la ciudadanía vayan al centro -de las políticas públicas, de la planeación de corto y largo plazo, y la toma de decisiones- y en el que se incluya la diversidad de realidades y visiones por la que se conforman nuestras comunidades.
Otras iniciativas, en otros momentos, han intentado al igual que la nuestra dar respuesta a la complejidad que al paso de los años solamente se va traduciendo en mayores problemas; sin embargo, la experiencia de otras metrópolis mexicanas y extranjeras, el conocimiento de expertas y expertos locales, pero sobretodo el nuevo marco jurídico que cobija el tema, abren una alternativa con mayor probabilidad de éxito en la medida que logremos conjuntar esfuerzos y voluntades en la solución del problema. En este escenario, los congresos locales llevarán un rol fundamental para consolidar un marco jurídico homólogo diseñado específicamente para la ZML, del que se puedan desprender las homologaciones correspondientes de reglamentos municipales, con la participación de la ciudadanía en espacios de consulta, vigilancia y evaluación sistemática de los procesos.