El Rey Goose prometió dar dinero a los jóvenes y a los ancianos.
Prometió dar dinero a los que no trabajan para que trabajen y a los que delinquen para que no delincan ya.
Prometió dar dinero a éstos, a aquéllos y a los demás allá.
Pero sucede que desde que su reinado comenzó el dinero disponible se ha hecho menos.
Cada una de sus ocurrencias lo ha mermado.
¿De dónde sacará el Rey Goose tanto dinero para dar a tantos?
El monarca no se pregunta eso.
Y sus camareros temen preguntárselo.
El reino del Rey Goose va al precipicio por un camino empedrado con buenas intenciones.
Nadie se lo dice, sin embargo.
Mientras tanto quienes le daban el beneficio de la duda empiezan ya a no ver ningún beneficio, y sí muchas dudas.
¡Hasta mañana!...