El gobernador Miguel Riquelme aseguró que ninguno de los 28 pozos perforados en su administración presentó arsénico. (ARCHIVO)
El arsénico en el agua se puede evitar si las perforaciones se realizan de manera adecuada y "responsable", señaló el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís.
El mandatario estatal declaró que independientemente de que se realice el proyecto de potabilizar el agua de las presas para abastecer a la Comarca Lagunera, la ciudad de Torreón sí cuenta con el vital líquido para los próximos años.
Riquelme diferenció que el problema más grave existe en otros puntos de México, en los que cada pozo o perforación a más de 500 metros solo arroja un gasto de 20 litros por segundo o menos, mientras que en la región lagunera, donde las perforaciones son de menos de 400 metros de profundidad, reportan un gasto de 80 a 120 litros por segundo.
Cuestionado respecto a la presencia de arsénico en dichas perforaciones, el gobernador afirmó que es posible evitar dicho elemento si las perforaciones se hacen de manera adecuada y "responsable", incluso señaló el ejemplo de su administración municipal, en la que aseguró que el total de los pozos que se perforaron durante su gobierno estuvieron exentos de arsénico.
"Si la perforan en las partes adecuadas... Yo perforé 28 pozos y ninguno salió con arsénico, uno solo no salió con arsénico, entonces las cosas se tienen que hacer bien, se tiene que perforar en los lugares donde todavía nuestros mantos acuíferos aportan, y además tenemos aquí una riqueza que es en las calizas, y que hoy por hoy sigue siendo la mejor parte de aportación de agua para consumo humano, entonces es eso".
Dijo que también es importante mantener de forma adecuada el sistema de conducción de agua hacia el resto de la ciudad, pues en el trayecto se pierden cientos de litros debido a las fugas y tomas irregulares; no obstante, señaló que el problema de falta de agua "sí se puede enfrentar" de muchas formas, aunque reconoció que la más determinante sería la del proyecto de traer agua de las presas.
"Potabilizarla y poderla distribuir, tanto para el consumo agrícola, como para el consumo humano", finalizó.
