El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, pidió este lunes a 'todos los actores políticos' que asuman su responsabilidad para romper el bloqueo político y evitar nuevas elecciones. (ARCHIVO)
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, pidió este lunes a "todos los actores políticos" que asuman su responsabilidad para romper el bloqueo político y evitar nuevas elecciones.
Ello en una jornada en la que el rey Felipe VI inició una ronda de consultas con los partidos con representación en el Congreso para determinar si hay un candidato a la jefatura del Gobierno con apoyo parlamentario suficiente o se convocan elecciones.
Sánchez, en unas declaraciones mientras visitaba en Almería algunas zonas del sureste español más dañadas por las graves inundaciones de la semana pasada, pidió también a la formación izquierdista Unidas Podemos (UP) que no rechace por tercera vez la formación de un "gobierno progresista" en España.
El líder socialista español, cuyo partido (PSOE) fue el vencedor de las elecciones del 28 de abril pero sin la mayoría necesaria, urgió a las demás formaciones a permitir la formación de un Gobierno "en plenas facultades" para evitar "entre todos" nuevas elecciones el 10 de noviembre.
Según Sánchez, desafíos como las consecuencias económicas del "brexit", previsto para el 31 de octubre, o el progresivo enfriamiento de la economía internacional, hacen "importante tener un Gobierno".
Desde las elecciones de abril, PSOE y UP no han conseguido un acuerdo de Gobierno, ya que los socialistas quieren un Ejecutivo monocolor con apoyo parlamentario exterior de Podemos, mientras que este partido exige una coalición formal.
El líder del partido liberal Ciudadanos (C's), Albert Rivera, que hasta ahora ha mantenido junto con el conservador Partido Popular (PP) una oposición frontal a apoyar a Sánchez, abrió hoy por primera vez la puerta a que ambos partidos puedan abstenerse en el Congreso en caso de que el dirigente socialista vuelva a aspirar a la Presidencia del Gobierno.
Sin embargo, Rivera puso varias condiciones, entre ellas que los socialistas abandonen el gobierno de la región de Navarra, que no parecen fáciles de aceptar para el PSOE, que todavía no ha manifestado una reacción a la propuesta, igual que el PP.
