Los bosques tropicales son los que más potencial tienen para almacenar una mayor cantidad de dióxido de carbono. (ARCHIVO)
Preservar los bosques -especialmente los tropicales, como la Amazonía- es clave para mitigar la crisis climática ya que absorben y almacenan hasta el 25 % del CO2 producido por los humanos, según un estudio internacional publicado por la revista "Nature Climate Change".
Los bosques, además de limpiar la atmósfera y albergar ecosistemas que de otra forma no existirían, almacenan grandes cantidades de CO2, lo que supone que talar árboles aumenta los niveles de dióxido de carbono.
Una de las grandes incógnitas es cómo se comportarían las grandes masas forestales en un entorno con una mayor concentración de gases de efecto invernadero, tal como se prevé en las próximas décadas.
¿Seguirán absorbiendo hasta el 25 % del dióxido de carbono como hasta ahora? Esa es la cuestión que trata de responder un estudio internacional encabezado por el investigador español de ciencias ambientales César Terrer, y en el que participa el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (Iiasa), de Austria, la Universidad de Stanford (EEUU) y la Universidad Autónoma de Barcelona.
El estudio advierte que los árboles tan solo pueden absorber una parte de todas las emisiones y que, a partir del año 2100, no es seguro que puedan mantener un ritmo adecuado, según un comunicado de Iiasa.
Aunque el CO2 excesivo a menudo daña los bosques, causando, por ejemplo, que las sequías sean más severas, el CO2 en el aire también es alimento para las plantas, lo que aumenta la fotosíntesis, pero sólo hasta cierto punto.
Esa pérdida en el nivel de absorción de CO2 se debe en gran parte a la escasez de otros nutrientes presentes en el suelo como el fósforo o el nitrógeno.
El estudio señala que los niveles de CO2 que se esperan alcanzar a finales de siglo aumentará la masa forestal global en un 12%, un incremento menor al previsto en otros estudios por esos problemas de escasez de nutrientes.
Para que los niveles de nitrógeno y fósforo sean óptimos, los investigadores resaltan la importancia de la simbiosis entre los árboles y los hongos micorrícicos, que les ayudan a absorber el nitrógeno y el fósforo.
Los bosques tropicales situados en el Amazonas, el Congo e Indonesia son los que más potencial tienen para almacenar una mayor cantidad de dióxido de carbono, y los expertos advierten de la importancia de protegerlos.
"Ya hemos presenciado la tala indiscriminada en bosques tropicales vírgenes, que son las mayores reservas de biomasa del planeta. Podemos perder una herramienta tremendamente importante para limitar el calentamiento global si se permite que esto continúe ", alerta Terrer.
"Mantener los combustibles fósiles en el suelo es la mejor forma de limitar el calentamiento adicional", agrega el investigador, que subraya: "Pero detener la deforestación y preservar los bosques para que puedan crecer más es nuestra siguiente mejor solución".