En 2010, tras la caída del América ante Morelia (0-2), Cabañas aprovechó su descanso y por la noche acudió a un bar, sobre la avenida Insurgentes Sur. (ARCHIVO)
Hace nueve años a Salvador Cabañas la vida le dio un giro inesperado. Sobrevivió a un balazo en la cabeza, aunque significó el fin de su carrera.
En 2010, tras la caída del América ante Morelia (0-2), Cabañas aprovechó su descanso y por la noche acudió a un bar, sobre la avenida Insurgentes Sur.
En el baño, la estrella paraguaya discutió con un sujeto, que minutos después sacó un arma de fuego y le disparó al delantero americanista que tenía 29 años de edad.
Para su fortuna, la bala quedó en el lóbulo izquierdo del cerebro. Pasó cerca de una semana delicado y despertó del coma, pero con secuelas que acabaron con su letalidad dentro de la cancha y la ilusión de verlo con Paraguay en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Tras su rehabilitación, Chava retomó gran parte de su vida. Sin embargo, los problemas financieros hicieron grietas en su relación familiar, para quedar poco a poco en el olvido, pero en un lugar especial del recuerdo americanista.