En octubre, la Comisión Reguladora de Energía no recibió solicitudes de nuevos permisos. (ARCHIVO)
En el primer año de la esta administración, la construcción y puesta en operación de nuevas gasolinerías perdió dinamismo.
De acuerdo con información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), organismo encargado de otorgar los permisos de expendio de petrolíferos en estaciones de servicio, de enero a septiembre entregó 268 permisos para nuevas unidades de negocio, las cuales se incorporaron al universo de gasolinerías que operan en el territorio nacional.
En el mismo periodo de 2018 se incorporaron 301, lo que de entrada representa una reducción de 12.3% en este año.
Hasta septiembre pasado, México dispuso de 12 mil 471 estaciones de servicio, de las cuales 268 entraron en operación en este año.
El año pasado cerró con 12 mil 203, y de ellas 415 eran nuevas unidades de negocio.
De acuerdo con la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), la mayor agrupación de estaciones de servicio del país, esta situación se explica en parte porque los empresarios siguen mostrando cautela por las políticas públicas en materia de energéticos y prefieren esperar a que se consoliden estrategias.
En octubre, la CRE no recibió solicitudes de nuevos permisos, pero hasta entonces había una constante que refleja la posición del empresariado gasolinero: ceder a favor de otro competidor su estación de servicio, antes que construir una nueva gasolinera.
Desde enero de este año, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) detectó que "abrir una estación de servicio nueva es más complicado que adquirir estaciones de servicio establecidas", debido a permisos, regulaciones ambientales y de uso de suelo, de distancias mínimas entre estaciones de servicio, entre otro tipo de disposiciones locales.
En el estudio Transición hacia Mercados Competidos de Energía: Gasolinas y Diesel, la Cofece dice que a ello hay que sumar posibles malas prácticas administrativas de autoridades locales, lo que dificulta y retrasa el proceso para instalar una nueva estación de servicio.
Por ello, para agilizar su entrada los nuevos participantes del mercado han preferido adquirir estaciones de servicio existentes que antes operaban bajo la bandera de Pemex.
"Muchos permisionarios -los cuales ahora forman parte tanto de empresas nacionales (Gasored, Petro-7, Hidrosina, etcétera) como extranjeras (BP, Shell, Chevron, etcétera)- optaron por salir de la franquicia de Pemex y crear sus propias franquicias, o bien, adquirir estaciones de servicio para expandir su marca", dice el análisis. La mayoría de las firmas que están llegando al mercado mexicano, hasta ahora controlado por las franquicias de Pemex, han optado por reconvertir estaciones de servicio a su marca.