La madrugada del pasado sábado, a Fernando Cepeda le retiraron su camioneta en un operativo del Alcoholímetro, sin embargo, denunció que las autoridades no actuaron como es debido.
En primera instancia, los agentes de Tránsito solicitaron que bajara del vehículo y acudiera hasta donde tenían el Alcoholímetro, algo que consideró una trampa para no permitirle volver a subir a la unidad.
Fernando solicitó que la prueba fuera realizada dentro de su automóvil, pero el oficial insistió en hacerlo bajar, sin embargo, de pronto la orden cambió a que su camioneta fuera "cargada por la grúa", sin importar que él estuviera a bordo.
La grúa se colocó de frente y su operador empezó a llevar a cabo las acciones para montar el vehículo y desplazarlo hacia el corralón municipal.
Fernando insistió en que se le realizara la prueba de alcoholemia, él aceptaba haber bebido, pero comentó que muy probablemente habría sido solo acreedor a una multa y no al aseguramiento de su coche, algo que también lo llevaría al Tribunal de Justicia Municipal (TJM) detenido.
La situación cambió cuando un amigo, quien lo acompañaba, decidió bajar, razón por la que él hizo lo propio para no dejarlo solo.
Acto seguido, esperaba ser detenido (como lo dicta la orden de estado de ebriedad), pero sólo se procedió a multarlo sin la prueba por presentar aliento alcohólico.
Fernando solicitó una unidad de transporte, con la preocupación de que sus pertenencias (tornamesa, computadora, entre otras) "se extraviaran".
Será este lunes que, a pesar de todas las inconsistencias presentadas en este operativo, tenga que pagar la multa para poder sacar su camioneta, en la cual se encuentran sus herramientas de trabajo.
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Se incrementaron las sanciones a los conductores, en comparación con el 2018.