El encuentro sería muy breve, puesto que en principio la agenda de Trump indica que la visita a Zona de Seguridad Conjunta, durará unos diez minutos. (EFE)
El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró hoy que Pionyang ha dado el visto bueno para que él y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se reúnan brevemente cuando visite la frontera intercoreana.
"Entiendo que quieren reunirse", dijo el presidente estadounidense al ser preguntado por el posible encuentro en un acto con empresarios surcoreanos celebrado en Seúl.
Trump, que anunció también que su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, le acompañará hoy en la frontera, invitó el sábado a Kim a reunirse en la divisoria a través de un mensaje en Twitter, una oferta que no ha aceptado oficialmente Pionyang pero que sí valoró positivamente, dando a entender que el encuentro finalmente tendrá lugar.
"Él (Kim) tiene muchas ganas y estamos intentando que salga adelante. Será muy corto pero está bien. Un apretón de manos significa mucho", dijo el mandatario estadounidense, que añadió que "no se pierde nada por hablar" y volvió a insistir en que él y Kim tienen una "muy buena relación".
"Veremos qué sucede, nada está totalmente decidido", concluyó.
Tras su reunión con empresarios Trump ha puesto rumbo a la Casa Azul, la oficina presidencial surcoreana, donde mantendrá una cumbre con Moon.
Después volará en helicóptero a la frontera, donde será llevado a un mirador desde el que poder observar la zona desmilitarizada (DMZ) que divide ambas Coreas, que técnicamente siguen en guerra desde hace casi 70 años.
Tras reunirse con las tropas estadounidenses desplegadas ahí, será transportado a la llamada Zona de Seguridad Conjunta (JSA), el único lugar en el que soldados de las dos Coreas se ven las caras y donde el año pasado tuvieron lugar dos cumbres entre Kim y Moon.
Es aquí donde supuestamente Trump y Kim Jong-un se encontrarían y donde el inquilino de la Casa Blanca podría optar por cruzar la línea divisoria brevemente, como sugirió el sábado, y convertirse en el primer presidente estadounidense en pisar territorio norcoreano.
El encuentro sería muy breve, puesto que en principio la agenda de Trump indica que la visita a la JSA durará unos diez minutos.
Pese a que el encuentro con Kim sería más simbólico que sustancial, se cree que puede ser muy importante para avivar el diálogo sobre desnuclearización, estancado desde que el pasado febrero ambos líderes mostraron su desacuerdo sobre el proceso de desarme en la cumbre de Hanói.
