Hasta el momento, el oficialismo había sostenido que calificar de “dictadura” al régimen de Nicolás Maduro no ayudaba a buscar una salida negociada a la crisis venezolana. (ARCHIVO)
“Es una dictadura, sí”, le dijo el expresidente uruguayo José Mujica a un periodista de la radio local luego de que le preguntaran si el gobierno de Venezuela podía calificarse así.
Con sus declaraciones del sábado, el exmandatario (2010-2015) y uno de los principales referentes de la izquierda uruguaya desencadenó una tormenta política. Hasta el momento, el oficialismo había sostenido que calificar de “dictadura” al régimen de Nicolás Maduro no ayudaba a buscar una salida negociada a la crisis venezolana, un objetivo del gobierno del presidente Tabaré Vázquez.
Aunque medio centenar de países han dado su apoyo público a la oposición venezolana --en concreto al autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó-- los gobiernos de Uruguay y México han insistido en mantener una postura neutral ante la situación.
En medio de la campaña electoral rumbo a las elecciones presidenciales y legislativas de octubre en Uruguay, los principales referentes de la coalición de izquierda oficialista Frente Amplio habían evitado hasta definir al régimen de Maduro como dictadura. Sin embargo, los dichos de Mujica fueron como un dique que se rompe.
Un día después de las declaraciones del expresidente, el candidato presidencial del Frente Amplio, el exalcalde de Montevideo Daniel Martínez --quien había sido crítico con el gobierno venezolano, pero se había negado a calificarlo de dictadura-- escribió en su cuenta de Twitter: “El informe Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura. Hay que seguir trabajando en una salida negociada y que el centro sean los venezolanos”.
La oposición, mientras tanto, había reiterado que no condenar al régimen de Maduro muestra la falta de convicciones democráticas del Frente Amplio.
El expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990; 1995-2000), figura importante en el arco opositor, había señalado que la elección se dirimirá en un ballotage entre quienes creen que Venezuela es una democracia y quienes piensan lo contrario.
Por el momento las encuestas marcan que la oposición sumada aventaja al Frente Amplio, que ha ganado las últimas tres elecciones.
Para la oposición, la admisión oficialista de que en Venezuela hay una dictadura responde al miedo de perder las elecciones y no es sincera.
“Fueron socios políticos y económicos de la dictadura que ahora descubren. Bienvenidos. Pero además deberían reconocer que fueron sus cómplices”, escribió en Twitter el senador Javier García, del Partido Nacional.