Los juegos de mesa aseguran un tiempo divertido en familia. (AGENCIAS)
Juegos tradicionales y novedades emergen con todas sus virtudes durante el confinamiento. Ponte a prueba y convive en casa de manera divertida con esta selección de cartas, juegos de destreza y tableros. Verás que el tiempo pasa volando.
Los juegos de mesa aseguran un tiempo divertido en familia, fomentan el trabajo en equipo y la agilidad mental: tableros, cartas, fichas y dados vuelven a tomar protagonismo en tiempos en que la convivencia se hace no solo necesaria, sino obligada. Estos juegos nos dan la oportunidad de recuperar espacios compartidos y generar momentos de ocio alejados de los omnipresentes dispositivos digitales. Echemos un vistazo a la infinidad de posibilidades.
BOP IT!
Un básico de agilidad y memoria. Su nueva versión, aparte de las ya reconocidas acciones ¡gira!, ¡golpea!, ¡contesta!, incluye 10 comandos más que pondrán a prueba a un nivel superior la destreza y los reflejos de los participantes. Es amigable a partir de los ocho años. Las risas están más que garantizadas.
OPERANDO
¿Quién no ha dejado al paciente Sam Caries al borde de la muerte tratando de sacarle una rana de la garganta? La motricidad fina se pone a prueba para los más pequeños en la mesa de operaciones, donde ganará aquel que, con más precisión y cuidado, ejecute las cirugías. Los pequeños se sienten realizando una misión de lo más arriesgada. ¡Tienen que demostrar ser unos grandes doctores!
JENGA
¿Quién no ha jugado a este desafío del equilibrio en alguna reunión? El juego con las piezas más básicas y rústicas promete horas de entretenimiento casi para cualquier edad (los niños a partir de seis años). Dos grandes ventajas: las instrucciones son ultra sencillas y prácticamente todo el mundo tiene experiencia previa. El intelecto está a prueba. Es un buen momento para conocer a fondo el equilibrio y convertirse en todo un experto.
SCRABBLE
Una joya de los tableros: amplía tu vocabulario, promueve la buena ortografía, el pensamiento estratégico y matemático. Creado en Nueva York en los años treinta, este clásico no pierde ni una pizca de vigencia y actualidad. Absolutamente necesario tener un diccionario.