El instituto reunirá la evidencia disponible respecto a las afectaciones que el COVID-19 podría tener en las mujeres. (ARCHIVO)
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) inauguró un área enfocada a la Mujer en la Economía, proyecto que busca aportar evidencia sobre las implicaciones de las brechas de género sobre la competitividad.
Además, "profundizar en las causas y posibles soluciones para que más mujeres participen y crezcan en el mercado laboral en igualdad de condiciones".
En un comunicado, el IMCO detalló que el primer estudio tiene el objetivo de entender los efectos económicos potenciales ocasionados por COVID-19 sobre las trabajadoras.
"La pandemia ha impuesto desafíos a las mexicanas, los datos apuntan que la responsabilidad doméstica y del cuidado recae principalmente en la mujer. Las mujeres dedican el 64 por ciento de sus horas a la semana al hogar, mientras que los hombres solo el 24 por ciento". El Instituto reunirá la evidencia disponible respecto a las afectaciones que el COVID-19 podría tener en la mujer.
El IMCO destacó tres factores que sugieren que esta crisis afecta económicamente más a las mujeres:
1. Aunque se percibe una ligera recuperación económica desde junio, los hombres están regresando al mercado laboral más rápido que las féminas.
Las mujeres están regresando a trabajos con condiciones desventajosas y sin seguridad social. De abril a julio de 2020, las trabajadoras propias aumentaron del 14 por ciento al 23 por ciento, mientras que la tasa de las trabajadoras no remuneradas se duplicó, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2020.
2. El 53 por ciento de las mujeres trabajadoras se concentra en sectores que han sido más afectados por la pandemia y cuya recuperación podría ser más lenta.
De acuerdo con la ENOE 2020, el 53 por ciento de las mujeres ocupadas trabajan en alguna actividad de servicio, mientras que en hombres ocupados el porcentaje es del 36 por ciento.
El trabajo a distancia favorece más a los hombres que a las mujeres, así como a los empleados con mayor nivel de ingreso. Un estudio del CEEY muestra que en el nivel de ingresos más altos, tres de cada 10 trabajadores son hombres ocupados en trabajos susceptibles de llevarse a cabo desde el hogar, mientras que solo hay dos mujeres en el mismo tipo de trabajos.
3. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los puestos de liderazgo, tanto en el sector público como en el privado. Esto reduce la posibilidad de que las necesidades de las mujeres se vean reflejadas en la toma de decisiones.
De acuerdo con un estudio de McKinsey, en el sector privado el porcentaje de mujeres va disminuyendo conforme aumentan los niveles de jerarquía.
A pesar de que el 37 por ciento del nivel de entrada son mujeres, solo el diez por ciento de los comités ejecutivos y ocho por ciento de las direcciones generales tienen representación femenina.
"Proteger al talento femenino debe ser una estrategia para aminorar los efectos económicos de la pandemia y acelerar la recuperación", mencionó.
Si en México la tasa de participación económica de las mujeres fuera la misma que la de los hombres, se podrían generar hasta 810 mil millones de dólares adicionales en 2025 , equivalentes al 70 por ciento del Producto Interno Bruto nacional.