Una boda fue el escenario de un repunte que dejó a por lo menos 125 invitados con coronavirus en Baja California.
La directora del Centro de Investigación y Desarrollo en Agrobiotecnología Alimentaria (Cidea), Mayra de la Torre Martínez, alertó que con la cuantificación del virus de COVID-19 en aguas residuales, se detectó que en junio Pachuca registró 100 mil casos de contagio del virus.
Este proyecto fue puesto en marcha en junio para conocer la incidencia del virus en las heces fecales de las aguas residuales, de los municipios de Pachuca, Mineral de la Reforma, Tula, Tizayuca y Tepeapulco.
Explicó que el proyecto se realizó a petición del gobernador Omar Fayad, para poder conocer el desarrollo de la enfermedad tanto en personas que sufren de síntomas como los asintomáticos, ya que con ello se podría tener un mejor manejo de los confinamientos de la pandemia.
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Al hacer el muestreo, la investigadora señaló que es como se conoce en qué zona hay un mayor incremento de casos y con ello determinar los confinamientos y las políticas públicas, este trabajo, dijo, tiene un menor costo que muestrear con pruebas la pandemia.
Para el caso de Pachuca, que tiene alrededor de 300 mil habitantes, la aplicación de pruebas PCR, en un 10 por ciento de la población tendrían un costo de 30 millones de pesos, si son a través de pruebas rápidas sería de 15 millones, sin embargo, si se hace a través del muestreo de aguas residuales el costo es de apenas ocho mil pesos.
Con el resultado de esta investigación se detectó la presencia del virus en la mayoría de canales de agua negra de la zona de Tula, así como en el suelo y en las verduras que se siembran en la región.
De La Torre Martínez subrayó que la irrigación de las verduras se hace por inundación y es en este momento en que las plantas se contaminaban, en este caso se tiene a la lechuga, coliflor y cilantro, en este último caso se ha encontrado presencia del virus.
En una segunda etapa de la investigación se tenía proyectado conocer el tiempo de vida del virus en las aguas y plantas, así como su capacidad de contagio, sin embargo, la cancelación de los fideicomisos donde se encuentran estas investigaciones podría originar que estos trabajo se detengan.
INMINENTE, EL REGRESO DE LAS RESTRICCIONES EN BC
Una pareja camina sobre la banqueta de la avenida Revolución, en el centro de la ciudad, y ambos usan cubrebocas. A un costado, un grupo de jóvenes corre y pasa junto a ellos, no rebasan los 20 años, ninguno hasta ese momento se cubría la boca o guardaba distancia.
Todos, uno por uno, pasan a un bar en la calle Primera y nadie los recibe ni con tapete desinfectante ni con gel antibacterial.
La historia se repite en otros negocios, algunos incluso optaron por cambiar de giro para garantizar las medidas sanitarias.
Dejaron de lado la venta absoluta del alcohol y convirtieron las pistas de baile en espacios para colocar un par de mesas alejadas entre otras para evitar concentraciones, pero no todos fueron tan creativos.
Una boda fue el escenario de un repunte que dejó a por lo menos 125 invitados con coronavirus. Ninguno de los protocolos se aplicó durante la celebración realizada el 3 de octubre, a la que asistieron cerca de 300 personas (200 más de lo permitido) en un espacio cerrado y donde pocos fueron los que usaron cubrebocas.