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Usuarios de tarjetas de crédito afectados por la pandemia de COVID-19 podrán reestructurar sus pagos hasta por 60 meses, además de que se podrán consolidar créditos en uno solo con excepción de los créditos hipotecarios, de acuerdo con las facilidades regulatorias emitidas por la CNBV.
De acuerdo con el oficio P417/2020 -enviado a la Asociación de Bancos de México por parte del regulador, con el asunto "Se emiten las facilidades regulatorias en relación con las reestructuras y renovaciones de créditos que cumplan los requisitos que se señalan"-, la autoridad explicó que las disposiciones para la aplicación de reestructuras son opcionales para los bancos y son aplicables a los créditos otorgados al 31 de marzo de 2020, cuyo cumplimiento en sus términos generales al 24 de septiembre pasado se haya visto afectado por la pandemia de COVID-19.
"En los créditos otorgados al amparo de una línea de crédito revolvente, el saldo dispuesto deberá reestructurarse o renovarse bajo un esquema de pagos periódicos fijos".