Ana Luisa Guzmán decidió mostrarle al mundo los riesgos que toma el joven cada que lidia con el fuego.
"De primero sí da miedo ser tragafuegos, el fuego se regresa y te tienes que sacar. He tenido varias quemaduras, pero leves, no crean que toda la cara, porque uno se cuida machín. Uno está aquí por necesidad, por eso lo hago"; dice Hugo, un lagunero que, cada día y desde temprana hora, se instala en las calles del centro de Gómez Palacio para desafiar las llamas y con ello llevar alimentos a su hogar.
El acto de Hugo, que comienza cada que el semáforo se pone en rojo, se ha traslado al Séptimo arte a través de un corto documental llamado Arde, hecho por otra oriunda de La Laguna de Durango, Ana Luisa Guzmán, quien decidió mostrarle al mundo los riesgos que toma el joven cada que lidia con el fuego.
Debido a la calidad del filme y su historia, que Ana Luisa llevó a cabo en complicidad con el fotógrafo Eduardo Díaz, el festival Ambulante y la plataforma de FilmLatino lo proyectarán en los siguientes meses.
Guzmán platicó con El Siglo de Torreón de la cinta y de cómo conoció a Hugo a quien día a día veía llevarse al fuego a su boca cuando ella tomaba las calles Ignacio de la Llave y Victoria para ir a un taller de teatro. Se trata de su primera experiencia como directora.
¿Cómo nace la idea de hacer Arde?
De observar mi alrededor, el oficio del tragafuegos siempre me había parecido muy interesante por los efectos nocivos que pudiera tener en la salud; exponerse a mantener el diésel en la boca, escupir la flama con el riesgo de quemarte y el riesgo de trabajar en un cruce automovilístico, y a pesar de ello seguir trabajando en esto, me llevó a conocer las razones de quienes lo practican.
¿Cuál es el principal mensaje que deseas dar?
Hay personas, como Hugo, que se encuentran en nuestra cotidianidad y no nos detenemos a pensar cómo viven, además de conocer las razones que motivan al ser humano a seguir aunque la vida pueda llegar a arder; cuando algo nos arde se vuelve aquello que te lastima o hiere, pero no te mata.
¿Cómo se dio la elección del protagonista de esta historia?
Las calles en las que se encuentra Hugo son mi camino regular, lo veía seguido y siempre tuve la inquietud de preguntarle muchas cosas, aparte su trato al pasar por los autos para mí genera mucha confianza, no dude en acercarme.
¿En qué calles se realizó y quiénes te ayudaron a concebir Arde?
En Gómez Palacio, la mayoría de las tomas son en el cruce de las calles Ignacio de la Llave y Guadalupe Victoria, el resto son locaciones del centro. Fue un trabajo de dos personas, con mi compañero Eduardo Díaz. Él colaboró conmigo a la par en producción y dirección de fotografía.
¿De qué manera llega Arde a Ambulante?
Ambulante recogió algunos de los cortometrajes de la capacitación Polos Audiovisuales, me contactaron y el responsable de logística me mencionó sobre la elección de Arde para presentar a medios, sin embargo, con el tema del COVID-19 se pospuso hasta diciembre para que la exhibición sea de manera presencial.
Además de Ambulante, ¿se podrá ver Arde en otros festivales?
Se ha enviado para participar en otros festivales, pero hasta este momento puedo confirmarles su proyección en la plataforma de FilmLatino que notificará la fecha en su página de Facebook y en Cultura Coahuila. Agradezco al Siglo de Torreón por ayudar a difundir la cultura local.
¿Cuál es tu experiencia en el séptimo arte?
Arde es mi primer trabajo como directora, pero había colaborado en otros proyectos enfocándome en la producción, arte y vestuario. Estoy estudiando el sexto semestre de la carrera de Comunicación. También he hecho teatro.
¿Crees que en La Laguna hay potencial y locaciones para temas relacionados con el cine?
En La Laguna hay muchos talentos creando cosas increíbles y siempre he creído que cualquier lugar tiene potencial, el director y el fotógrafo sólo tienen que encontrar el encuadre ideal. Aunque a veces los lugares se esconden, hay que estar atentos a todos los espacios tan interesantes que hay en la Comarca más allá de los evidentes.