FESTEJO FELINO. Desde 2002, cada 8 de agosto se reconoce la importancia de los gatos a nivel mundial. (ARCHIVO)
El gato es un compañero al que suele asociarse con la inteligencia y la picardía. Su esencia felina ha inspirado a más de un escritor para construir mundos y narrarlos desde el ámbito del cuento, la novela o la poesía.
Pablo Neruda, en su poema Oda al gato, escribe los siguientes versos: "El gato, / sólo el gato / apareció completo y orgulloso / nació completamente terminado / camina solo y sabe lo que quiere".
Algo que coincide con lo escrito por el japonés Natsum Soseki en su novela Soy un gato, y en cuyas páginas el narrador es un minino que afirma no tener nombre: "Yo voy a donde quiero y escucho lo que me parece oportuno escuchar. Luego saco la lengua y refresco mi cola y vuelvo a casa tranquilamente con mis bigotes erguidos".
Julio Cortázar redactó memorias sobre Teodoro, un gato que merodeaba por la puerta de su hogar en Saignon (Francia) y cuyo carácter le hizo digno del aprecio del escritor.
También cabe recordar al gato de Cheshire que Lewiss Carroll creó en Alicia en el país de las maravillas, un ser que sostenía conversaciones filosóficas con la protagonista y cuyas reflexiones colocaban al lector a merced de los zarpazos existenciales.
Mientras que la pintora Remedios Varo plasmó a estos animales en los trazos de su surrealismo. Obras como Paraíso de los gatos (1955) destacan por el cariño que la artista desbordaba a nivel pictórico.
Así, el gato es más que una mascota para el ser humano, supone un ser vivo lleno de misticismo e independencia; una inspiración filosófica para replantearse la vida. Sólo él sabe lo que quiere: vaga por los rincones de la casa, trepa por las terrazas y con astucia natural se adueña de las calles, pero siempre regresa para darle a su dueño el amor que necesita.
También, algunos psicólogos emplean gatos en sus terapias para tratar la ansiedad y la depresión, así como para fomentar el sentido de la responsabilidad.
Es por eso que desde el año 2002, una iniciativa del Fondo Internacional para el Bienestar Animal, ha establecido que cada 8 de agosto se celebre el Día Internacional del Gato. Se eligió esta fecha porque en el hemisferio norte es la época donde los gatos se encuentran en pleno apogeo de su fertilidad.
La importancia de este felino es tal en algunos lugares del mundo como la isla Aoshima en Japón, o la ciudad de Estambul en Turquía, que sus habitantes profesan un profundo respeto por los mininos y su lugar en el espacio.
Cabe recordar que existen otras dos celebraciones a nivel mundial para homenajear a los gatos: el 20 de febrero y el 29 de septiembre.