A través de las redes sociales de la Diócesis de Torreón se transmitirá la misa de los 100 años de la Catedral del Carmen.
Ubicada en el Centro de la ciudad de Torreón, la Catedral de Nuestra Señora del Carmen se comenzó a construir durante el tiempo de la Revolución Mexicana y fue creada como parroquia el 1 de mayo de 1920.
La ahora sede catedralicia de la Diócesis de Torreón celebrará su 100 aniversario con una misa privada presidida por el obispo Luis Martín Barraza Beltrán, a las 19:00 horas de hoy viernes 1 de mayo, misma que se transmitirá mediante la red social de la Diócesis.
De las 63 parroquias existentes en esta Diócesis, la Catedral del Carmen ocupa el lugar número ocho dentro de los templos más antiguos de esta iglesia particular, solo después de las parroquias de Santiago Apóstol (Viesca), Nuestra Señora del Refugio (Matamoros), Nuestra Señora de Guadalupe (Torreón), San Pedro Apóstol (San Pedro de las Colonias), Sagrado Corazón de Jesús (Francisco I. Madero), Nuestra Señora de Guadalupe (Coyote) y la Resurrección del Señor (Concordia).
En pleno clima de la Revolución Mexicana se inició su construcción. Fue erigida parroquia en mayo de 1920, con lo cual se separó su territorio, el cual formaba parte de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Torreón.
De esta forma se atendieron en un principio las siguientes haciendas y rancherías: San Antonio de los Bravos, La Joya, San Luis, La Fe, San Agustín, La Paz, La Unión, La Concha, El Perú, El Fresno, Paso del Águila, La Perla y Triguillo.
El cuidado pastoral fue encomendado a los religiosos carmelitas, luego en 1932, los sacerdotes jesuitas se hicieron cargo, hasta que se entregó la parroquia a los sacerdotes diocesanos en 1960. Su primer párroco diocesano fue el presbítero Manuel García Guajardo.
Con la creación de la Diócesis, esta parroquia quedó como catedral -sede principal del obispo- desde el 19 de abril de 1958. La catedral es una iglesia reconocida por la Santa Sede como la iglesia principal de una diócesis. Ahí es donde se encuentra la sede (el «asiento», literalmente, del obispo), que se denomina «cátedra», de ahí el nombre de «catedral».
