Papantla reciben la primavera en medio de fiestas, festivales, rituales, música y danza. (ESPECIAL/INSTAGRAM)
Ahora que la primavera está por llegar, puedes proponerte visitar algún sitio donde esto se vive de forma distinta.
Aquí te traemos algunas recomendaciones para visitar los siguientes meses:
Valladolid
Esta primavera puedes visitar Valladolid, pueblo mágico de Yucatán. Este lugar se encuentra a 42 kilómetros de Chichén Itzá, sitio donde muchos turistas se reúnen a admirar el equinoccio de primavera.
Durante este suceso se produce un gran espectáculo de luz y sombra formando triángulos de luz producto de la sombra generada por las plataformas de la pirámide. Mientras esta luz se eleva hasta iluminar la cabeza de la serpiente, los expertos aseguran que esto representa el descenso del dios Kukulcán que marca el comienzo del ciclo agrícola.
Mazunte
Se trata de un pueblo mágico de Oaxaca. Es un sitio ideal para los amantes del mar. Posee playas de arena dorada y sus alrededores están cubiertos de manglares y selva.
Aquí, en esta temporada de equinoccio se realizan rituales con curanderos, fiestas y festivales para recibir el año nuevo.
Papantla
En este pueblo reciben la primavera en medio de fiestas, festivales, rituales, música y danza. Es en este lugar donde se realiza el Cumbre Tajín, un festival que gira en torno al equinoccio, donde además de contener todo lo anterior, también hay muchas actividades relacionadas con la creación artística por parte de los asistentes.
Xicotepec
Este recóndito sitio ubicado en la sierra poblana está lleno de árboles de aguacate, clima temprano y mucho café.
Desde hace ya 50 años aquí celebran el Festival de la Primavera, un evento que actualmente atrae a muchos turistas de todo el país. Está lleno de antojitos mexicanos, artesanías y eventos culturales.
Tecate
El pueblo mágico Tecate, ubicado en Baja California, celebra la llegada de la primavera en medio de danzas a la Madre Tierra por medio de ceremonias con cuatro días de duración que buscan sanar el alma, cuerpo y mente para llenarse de nueva energía.
Este no es un evento recreativo ni cultural, sino que se ha tomado como una actividad espiritual.