La Comisión de Debates Presidenciales, un órgano no partidista encargado de la organización, anunció el lunes por la noche que tanto el vicepresidente republicano como la senadora demócrata por California estaban de acuerdo en estar separados por plexiglás para evitar contagios durante el debate del miércoles en la Universidad de Utah, en Salt Lake City. (EFE)
Ya iba a ser inédito al tratarse del primer cara a cara entre dos aspirantes a la Vicepresidencia de Estados Unidos (EUA) durante una pandemia y con la participación de la primera mujer afroamericana y de ascendencia india, pero la COVID-19 del presidente Donald Trump, podría hacer que el debate del miércoles entre Mike Pence y Kamala Harris sea aun más excepcional, con medidas como barreras separatorias de plexiglás, que ya han suscitado polémica.
La Comisión de Debates Presidenciales, un órgano no partidista encargado de la organización, anunció el lunes por la noche que tanto el vicepresidente republicano como la senadora demócrata por California estaban de acuerdo en estar separados por plexiglás para evitar contagios durante el debate del miércoles en la Universidad de Utah, en Salt Lake City.
Sin embargo, el jefe de Gabinete del vicepresidente, Marc Short, apuntó este martes que su equipo no ve necesaria ninguna barrera en torno a Pence, dado que se aplicarán otras medidas como una separación de 12 pies (unos 3.7 metros).
Esta distancia es mayor a la que hubo hace una semana entre Trump y el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, que estuvieron alejados unos 7 pies (2.1 metros) durante su primer debate, celebrado en Cleveland (Ohio), donde no hubo ninguna barrera física entre ambos.
LA CAMPAÑA DE PENCE: EL PLEXIGLÁS "NO ES NECESARIO"
"Si ella (Harris) lo quiere, (estamos) más que encantados de que se rodee de plexiglás si eso le hace sentir más a gusto", indicó Short, citado por el diario The Washington Post, quien agregó "no es necesario".
La idea de usar barreras físicas y otros cambios vienen después de que Trump, la primera dama, Melania Trump, y varias personas del entorno del presidente, como la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, y el director de su campaña, Bill Stepien, dieran positivo en las pruebas de COVID-19 días después del debate en Cleveland.
La madrugada del viernes, el mandatario anunció que había contraído la enfermedad y ese mismo día fue ingresado en el hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington, que abandonó el lunes.
Debido a esta situación, Biden y sus acompañantes en el primer cara a cara tuvieron que someterse al test, aunque nadie ha dado positivo por el momento.
Aunque Pence ha dado negativo en las pruebas de coronavirus, su proximidad con Trump y otros miembros de la Casa Blanca que se han contagiado ha causado inquietud en la campaña de su oponente.
YA SE USÓ PLEXIGLÁS EN UN DEBATE ENTRE CANDIDATOS AL SENADO
No sería la primera vez que se emplea plexiglás como separación en los últimos días en un debate, ya que el pasado fin de semana el senador por Carolina del Sur, el republicano Lindsay Graham, y su rival demócrata, Jaime Harrison, que le disputa el asiento en las elecciones de noviembre, estuvieron separados por una barrera de este tipo.
El asunto del plexiglás durante el debate vicepresidencial será dirimido en las próximas horas durante una reunión entre los equipos de Pence, Harris y la Comisión organizadora.
Queda también en el aire si la moderadora, la periodista de USA Today Susa Page, estará separada de los contendientes por una barrera de plexiglás, como algunos medios habían anunciado.
Esta disputa entre las campañas se enmarca en lo que se perfila como la nueva estrategia electoral de Trump tras salir del hospital, ya que se ha proclamado "inmune" a la COVID-19, pese a que su médico dijo el lunes que todavía no estaba fuera de peligro, y ha anunciado su intención de participar en el debate del 15 de octubre en Miami (Florida) frente a Biden.
Más allá del tema del plexiglás, durante su debate, que se desarrollará entre las 19:00 y las 20:30 hora local del miércoles (01:00 y 02:30 hora GMT del jueves) los aspirantes a la Vicepresidencia estarán distanciados a más de 3-6 metros y no llevarán mascarilla facial, al igual que Trump y Biden en el suyo.
Pence y Harris tendrán que someterse a las pruebas de COVID-19 tanto antes como después del encuentro y no se saludarán estrechándose la mano al principio, como sus predecesores.
El PÚBLICO: MASCARILLA FACIAL O A LA CALLE
Quien sí estará obligado a portar máscara facial o de lo contrario no podrá entrar en el recinto será el público del acto, entre los que habrá invitados de los candidatos y algunos estudiantes de la Universidad de Utah, cuyo número estará limitado.
Durante el cara a cara de Trump y Biden, algunos invitados del presidente aparecieron sin mascarilla, lo que contrastó con los seguidores del demócrata, que todos la lucían.
Por lo demás, la Comisión de los Debates Presidenciales no ha anunciado modificaciones respecto al formato del diálogo, pese a que la semana pasada avanzó que iba a introducir modificaciones tras un caótico primer cara a cara entre Trump y Biden, marcado por las innumerables interrupciones, sobre todo del primero, que hicieron imposible que se tocaran a fondo los temas de interés para el electorado.
Por lo pronto, lo único que se sabe es que el encuentro entre Pence y Harris estará dividido en secciones de entre nueve y diez minutos, y que cada candidato tendrá dos minutos para responder a la pregunta con la que la moderadora abrirá cada bloque.
Page no ha revelado todavía la lista de temas que se abordarán en el debate.
Sea como fuere, las medidas de protección del debate del miércoles sentarán las bases para el encuentro entre Biden y Trump del próximo 15 de octubre en Miami, y de su cara a cara en Nashville (Tennessee), el 22 de octubre.