Las reacciones alérgicas inducidas por el ejercicio físico se pueden presentar ya sea en el momento o después de realizarlo, (ARCHIVO)
Las reacciones alérgicas inducidas por el ejercicio físico se pueden presentar ya sea en el momento o después de realizarlo, sin embargo, esto no significa que una persona sea alérgica a la actividad, sino que éste puede desencadenar daños a la salud.
De acuerdo con Peter J. Delves, investigador de la University College de Londres, propone que dichas reacciones pueden ser las siguientes:
Asma: con frecuencia el ejercicio actúa como desencadenante de un ataque de asma no sólo de las personas que tienen este padecimiento, sino que también existen casos en los que realizar actividad física provoca dificultad para respirar en algunas personas.
Además, las personas asmáticas tienen mayor riesgo porque la respiración rápida enfría y seca las vías respiratorias y al calentarse de nuevo se estrechan. El tórax parece volverse rígido, por lo que también se puede experimentar una sensación de ahogo y respiración sibilante.
Reacciones anafilácticas: es poco frecuente, pero puede suceder y generalmente les sucede a las personas que ingirieron un alimento específico antes de realizar una actividad física intensa. Los síntomas suelen comenzar con una sensación de inquietud, seguida de hormigueo y mareo.
La prueba de esfuerzo es una ayuda para los médicos a la hora de establecer el diagnóstico, la cual consiste en medir la función pulmonar antes y después de realizar una actividad física como andar en una bicicleta estática.
El tratamiento tiene como objetivo disminuir los síntomas. En el caso de los pacientes asmáticos, deben inhalar un fármaco aproximadamente 15 minutos antes de iniciar una rutina y las personas propensas a una reacción anafiláctica, deben evitar la rutina que desencadenó el ataque y se les recomienda ingerir alimentos al menos una hora antes.
