Este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a sus funcionarios una 'lealtad a ciegas' al proyecto de transformación del país y al pueblo de México, no a su persona, porque –dijo- eso se convierte en 'servilismo'. (ARCHIVO)
Este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a sus funcionarios una "lealtad a ciegas" al proyecto de transformación del país y al pueblo de México, no a su persona, porque –dijo- eso se convierte en "servilismo".
Empero en la práctica pareciera lo contrario. Por lo menos así lo expresan las renuncias de tres secretarios de Estado: Carlos Urzúa, Hacienda; Javier Jiménez Espriú, en la SCT, y Víctor Manuel Toledo, de Medio Ambiente.
Así como de la exsubsecretaria de Salud, Asa Christina Laurell; de Tonatiuh Guillen, en el Instituto Nacional de Migración; y recientemente Jaime Cárdenas Gracias al frente del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep).
En la dimisión esos servidores públicos del Gabinete presidencial hay un común denominador: no fueron escuchados por el titular del Ejecutivo y ninguno tiene una "fe ciega" en el Presidente de México.
En carta de dimisión, fechada el 9 de julio de 2019, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, expresó sus razones para ya no seguir en la Cuarta Transformación:
"Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento.
"Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco".
Por su parte el exsecretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, coincidió con Urzúa, en que tampoco fue escuchado por el titular de Ejecutivo.
En su misiva de renuncia recordó que de manera personal le expresó su diferendo al Ejecutivo por trasladar a la Secretaria de Marina, las funciones "eminentemente civiles" de los puertos de la Marina Mercantes y de la formación de marinos mercantes, a cargo de la SCT desde 1970.
"Lamento profundamente no haber tenido éxito en transmitirle mi convicción y mi preocupación sobre la grave trascendencia que considero tiene medida para el presente y el futuro de México, tanto en lo económico como en lo político".
En el caso de Víctor Manuel Toledo, poco antes de su salida del Gabinete se conoció un audio en el cual arremetió contra del gobierno de la a Cuarta Transformación que está lleno de contradicciones, existe una lucha de poder al interior del gabinete y no va a acorde con los ejes trazados por la Semarnat.
El 18 de junio pasado, en medio de la pandemia de COVID-19, Asa Christina Laurell, una de las más cercanas colaboradas del presidente López Obrador, renunció como subsecretaria de Integración y Desarrollo de la Secretaría de Salud, por diferencias con el secretario del ramo Jorge Alcocer, el subsecretario Hugo López-Gatell.
En una entrevista radiofónica con Joaquín López Doriga, del 23 de junio de este año, Laurrell dijo que fue excluida de decisiones importantes en la política de salud, por eso habló con el Presidente que se iría para no obstaculizar su gobierno su gobierno. "Él tiene un principio de proteger a sus Secretarios, no lo comparto, pero eso es decisión del presidente", dijo.
El extitular del INM, Tonatiuh Guillén López, dejó el cargo el pasado 14 de junio de 2019. El también ex director de El Colegio de la Frontera Norte, manifestó desde el inicio de sexenio su interés de quitarle el enfoque "policial" al control migratorio, empero su salida se dio en la víspera del inicio de un plan para disminuir el flujo migratorio en la frontera sur de México ante el amago de Estados Unidos de imponer aranceles a productos mexicanos.
Embate presidencial. A todo esto el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que algunos de los funcionarios que han dejado su gabinete es porque son más partidarios del modelo "neoliberal".
"Los que se han ido -algunos, muy pocos-, se han ido porque no están de acuerdo con el proyecto nuestro. O sea eran más partidarios del modelo neoliberal. Y han hecho bien porque es honesto. Hay una actitud sincera, honestidad intelectual y política, para decir no estoy de acuerdo".
Con la próxima salida de Jaime Cárdenas, el Presidente fue más crítico al señalar que fue por miedo y falta de ganas para combatir la corrupción en el Indep.
"Era lo que tenía que hacer Jaime, pero no le entró. Ayer hablábamos que para ser servidor en un proceso de transformación se necesitan ganas, convicciones y arrojo, y no rendirnos. Ya dije que el que se aflige se afloja, ni modo que enfrentemos un problema y nos de depresión, nos inmovilicemos y no hagamos nada".
Defensa al profesor. Pero no todos los excolaboradores del presidente López Obrador han recibido el mismo trato. René Bejarano, exsecretario de Finanzas de López Obrador cuando fue Jefe de Gobierno capitalino, y quien pasó 8 meses en prisión tras ser exhibido en 2004 recibiendo fajos de billetes del empresario argentino Carlos Ahumada.
Esa lealtad ha sido recompensada pues el jefe del Ejecutivo nunca ha expresado una sola crítica hacia El Profesor y también dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza, quien en la elección de 2018 promovió el voto en favor del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.