La calificadora Fitch espera que los índices de deuda pública se mantengan relativamente altos. (EFE)
Fitch Ratings mantuvo sin cambios la calificación de México, en 'BBB-' con perspectiva estable, con lo cual el riesgo crediticio del país se mantiene en grado de inversión.
"La calificación está restringida por una gobernanza relativamente débil y un desempeño moderado del crecimiento a largo plazo. La salud pública y la economía se han visto seriamente afectadas por la pandemia de coronavirus, y Fitch espera una contracción económica general de 8.9% en 2020, el doble que en el momento de la última revisión de la calificación. Sin embargo, los ingresos fiscales han superado las expectativas y las autoridades han tratado de minimizar el endeudamiento en 2020", explicó la agencia.
La calificadora dijo que "la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica consistente, finanzas externas relativamente estables y robustas.
"Fitch espera que los índices de deuda pública se mantengan más altos que antes de la crisis en el futuro previsible, pero que la administración mantendrá una postura fiscal estricta y probablemente implementará una reforma tributaria en 2022, limitando los riesgos para el perfil crediticio del deterioro de las finanzas públicas", añadió.
Según Fitch Ratings, se espera un crecimiento de 4% en 2021, desacelerando a 2.5% para 2022 a medida que la brecha de producción continúa cerrándose.
"Una nueva escalada de la propagación del virus es un riesgo negativo para las proyecciones de crecimiento, pero las noticias positivas recientes sobre la eficacia de la vacuna pueden representar un riesgo al alza", destacó.
Aunque Fitch espera que la inversión se recupere en 2020, lo hará desde un nivel bajo y persisten las preocupaciones sobre el crecimiento potencial. "Antes de la pandemia, la inversión privada (que cayó un 4% en 2019) estaba siendo frenada por intervenciones de política gubernamental que afectaron la confianza, principalmente en el sector energético", añadió.