El núcleo de la controversia está en una ley estadounidense creada en 1947 y modificada en 2008. (AP)
El presidente electo de EUA, Joe Biden, hizo oficial este miércoles su selección para liderar el Pentágono a partir de enero, un nominado que ha generado incomodidad entre los demócratas en el Congreso porque no se ajusta a los parámetros legales para ocupar ese cargo.
La nominación del general retirado Lloyd Austin es tan histórica -sería el primer secretario de Defensa afroamericano de Estados Unidos- como polémica, y el partido de Biden no la recibió con todo el entusiasmo que esperaba el presidente electo.
"Él es la persona correcta para este trabajo, en el momento correcto", dijo Biden en el acto de nominación formal de Austin, en Wilmington (Delaware).
BIDEN PIDE UNA EXCEPCIÓN
El núcleo de la controversia está en una ley estadounidense creada en 1947 y modificada en 2008, según la cual tienen que pasar al menos siete años para que los militares retirados puedan ocupar el cargo de secretario de Defensa.
Austin solo lleva cuatro años como civil, por lo que para incorporarse al gabinete de Biden, necesitaría no solo el visto bueno del Senado, sino la aprobación de una excepción por parte de ambas cámaras del Congreso que le permita sortear la ley.
DUDAS SOBRE SU EXPERIENCIA
Además de por su reciente incorporación a la vida civil, el nominado por Biden ha generado dudas por el hecho de que la mayor parte de su experiencia como militar de alto rango se centra en Oriente Medio, aunque ha ocupado cargos menores en Europa.
En un momento en el que el Pentágono piensa cada vez más en la competición con China, Rusia y en nuevos retos como la pandemia de la COVID-19 o la crisis climática, algunos expertos, en su mayoría republicanos, han expresado preocupación por el perfil de Austin.
Quizá por eso, tanto Biden como Austin señalaron como prioridad la "reconstrucción" de las alianzas tradicionales estadounidenses en Europa, Asia y el Pacífico, sin mencionar Oriente Medio.
Pero la experiencia de Austin como jefe del Comando Central, encargado de las operaciones en Oriente Medio, sería sin duda útil para decidir qué hacer en los países donde Estados Unidos tiene aún tropas desplegadas, como Afganistán e Irak.