un componente del té verde puede utilizarse como tratamiento para las alteraciones cerebrales a nivel funcional del Síndrome de Down. (ESPECIAL)
De acuerdo con un equipo de investigadores liderado por Victoria Puig del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), un componente del té verde puede utilizarse como tratamiento para las alteraciones cerebrales a nivel funcional del Síndrome de Down.
El Síndrome de Down es la principal causa de discapacidad intelectual y la alteración genética humana más común y se estima que en México la incidencia es de aproximadamente uno por cada 650 nacimientos y afecta un total de seis millones de personas en el mundo, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el estudio observaron que la actividad neural durante el sueño es anormal y probablemente interfiere en la consolidación de la memoria, además identificaron los ritmos cerebrales que pueden predecir los déficits de ésta en los ratones, los cuales se corrigen con un tratamiento crónico de un componente natural del té verde llamado “epigalocatequina galato”.
Los resultados publicados en un artículo del IMIM, sugieren que tanto la hiperactividad de redes neuronales como las deficiencias en la conectividad de circuitos cerebrales específicos son posibles mecanismos disfuncionales que contribuyen en los déficits de memoria.
Por lo tanto, gracias a este descubrimiento, se abren nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la discapacidad intelectual, ya que el compuesto presente en el té verde podría corregir ciertas alteraciones a nivel molecular y celular que están asociadas con déficits cognitivos de esta enfermedad.
Además, en la investigación se registró simultáneamente la actividad neuronal en dos regiones cerebrales críticas para el aprendizaje y la memoria; la corteza prefrontal y el hipocampo, en ratones trisómicos y no trisómicos, durante: períodos de descanso, la vigilia, el sueño y la realización de una tarea sencilla de memoria.
Los registros se realizaron antes y después del tratamiento durante un mes con “epigalocatequina galato”, se analizaron las alteraciones en la actividad de redes neuronales en las dos regiones y la conectividad de las capacidades de memoria, por lo que se descubrió que se corregían con el extracto de té verde.
Al respecto, Mara Dierssen, del Laboratorio de Neurobiología Celular y de Sistemas del CRG, dijo que estos resultados describen las anomalías neurofisiológicas presentes en diferentes estados cerebrales de la enfermedad y da claves para comprender los mecanismos celulares subyacentes a las mejoras de la función de la memoria.
Por su parte María Alemany, miembro del Grupo de investigación en Farmacología Integrada y Neurociencia de Sistemas del IMIM, explica que el grupo está evaluando los efectos que tiene la estimulación cognitiva durante el desarrollo cerebral en la actividad neuronal de los ratones con Síndrome de Down.
Esto es relevante para comprender los mecanismos celulares de la estimulación cognitiva que se utiliza habitualmente en personas para mejorar la discapacidad intelectual.