Dos nuevas especies de plantas fueron descubiertas en el norte de los Andes peruanos durante una investigación a cargo de especialistas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos). (ARCHIVO)
Dos nuevas especies de plantas fueron descubiertas en el norte de los Andes peruanos durante una investigación a cargo de especialistas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos).
Las dos nuevas plantas identificadas forman parte del género clinanthus, que se encuentra en los Andes, desde el sur de Ecuador hasta el norte de Chile y a través de Perú y Bolivia, en hábitats tanto desérticos de la costa como montañosos y húmedos, indicó la Universidad de San Marcos en un comunicado.
Su centro de diversidad estaría en Perú, particularmente en la zona norte del país con 23 especies reconocidas, incluidas estas dos nuevas, denominadas clinanthus fabianae y clinanthus thiagoi.
Estas nuevas especies fueron identificadas tras ubicar y recolectar ejemplares en 2013 en las alturas de las norteñas regiones peruanas de La Libertad y Áncash.
La fabianae fue hallada concretamente en la provincia de Santiago de Chuco, de La Libertad, a 3,195 metros de elevación; y la thiagoi en la provincia de Pallasca, de Áncash, a 3,310 metros de altitud.
Ambas especies están estrechamente relacionadas entre sí, pues comparten características morfológicas similares y se diferencian, entre otros aspectos, por el número de flores, de 7 a 9 en la fabianae y de una o dos en la thiagoi.
Las flores en ambas especies, son colgantes, ligeramente tubulares en forma de embudo y de color rojizo, y se diferencian por sus terminaciones en punta (apículos en los tépalos) que, en la primera, son verdes y blancas y, en la segunda, solo blancas.
El estudio fue dirigido por el biólogo Paúl Gonzáles, investigador del Laboratorio de Florística del Departamento de Dicotiledóneas del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y contó con la participación de Alan W. Meerow, de la Arizona State University.
La investigación fue publicada en la reconocida revista científica Phytotaxa, como parte de su volumen 472, junto a otros descubrimientos reportados alrededor del mundo.