Seguramente has sido víctima del efecto adictivo que tienen las papas fritas, ya que cuando comienzas a comerlas, difícilmente logras parar o incluso lo haces hasta que te acabas la bolsa entera. (ARCHIVO)
Seguramente has sido víctima del efecto adictivo que tienen las papas fritas, ya que cuando comienzas a comerlas, difícilmente logras parar o incluso lo haces hasta que te acabas la bolsa entera.
Seguramente ahora recuerdas aquel comercial donde te advertían que prepararías, ya que la receta del éxito de cualquiera de estas es el glutamato monosódico que aparece en los etiquetados como E-621.
La presencia de este ingredientes es muy común en los alimentos procesados, el cual funciona como conservador y a su vez como saborizante. Aunque su mayor efecto, y el cual se le atribuye como razón de su popularidad, es la ansiedad por comer más y más del mismo producto, e incluso hay quienes ingieren tantas bolsas de papas, que al terminar con una sienten la necesidad de comenzar con la otra.
Genera un apetito insaciable, de ahí viene la sensación de no poder parar. Este glutamato tiene la función de estimular receptores específicos de la lengua, que ha su vez mandan señales al cerebro que nos invita a comer sin parar. Todos quienes hayan comido papas chips seguro recuerdan esa extraña sensación de no poder parar.
Otros productos que pueden contener una alta cantidad de este ingrediente son los siguientes:
*Sopas o cremas enlatadas.
*Productos cárnicos procesados.
*Pastillas de caldo.
*Aperitivos salados como las aceitunas.
*Salsas.
*Purés.
En los restaurantes de comida china este ingrediente se sirve en distintos platillos. También debes saber que hay algunos alimentos que contienen esto naturalmente, algunos de ellos son:
*Tomates.
*Guisantes.
*Carne de pollo.
*Carne de res.
*Té verde.
*Salmón.
*Leche.
*Nueces.
*Jamón.
*Queso parmesano.
*Champiñones.