El futbolista mexicano Jesús Manuel 'Tecatito' Corona durante el entrenamiento de ayer del Porto. (CORTESÍA)
Los equipos portugueses reanudaron ayer los entrenamientos tras casi dos meses de inactividad y tendrán cuatro semanas para ponerse a tono, ya que la primera división regresará el fin de semana del 30 y 31 de mayo para completar las diez jornadas restantes.
Si Sporting de Portugal y Braga ya habían iniciado los entrenamientos la pasada semana, el Benfica y el Porto, al igual que otros muchos equipos lusos, regresaron ayer al césped con estrictas medidas de seguridad.
Antes de cualquier contacto con el balón, los jugadores de los diferentes clubes han sido sometidos a los test serológicos, con el fin de identificar a aquellos futbolistas que pudieran haber pasado el coronavirus o que fueran positivos en la actualidad.
Según informó el Benfica, su plantilla regresó la mañana de ayer a las instalaciones de entrenamiento de Seixal y los jugadores están divididos en diferentes grupos.
Bruno Lage, técnico de los encarnados, dijo que el plan de trabajo está perfectamente definido, ya que "el regreso a la competición nunca dejó de ser" su "horizonte".
Lage recordó que el Benfica tiene como objetivo ganar su trigésima octava Liga y la final de la Copa de Portugal que disputará contra el Porto.
Por su parte, los dragones de Conceiçao volvieron a pisar la hierba del Olival, a las afueras de Oporto, donde, tras una serie de exámenes de diagnóstico, fueron divididos en tres grupos.
Tras las primeras 24 jornadas -hasta el 8 de marzo- la Liga portuguesa la lideraba el Porto con 60 puntos, uno más que el Benfica, mientras que el tercero, el Braga, estaba ya muy descolgado, a 14 del líder.
En Portugal, muchos clubes de la segunda división han mostrado su disconformidad ya que en el plan de desescalada de la pandemia de la COVID-19 presentado la pasada semana por el Gobierno luso solo se contempló la vuelta de los partidos de la primera división, mientras que no hay nada decidido sobre la categoría de plata.