Un trozo de cráneo encontrado en una excavación en Sudáfrica da un giro a la historia de los ancestros humanos más directos, pues ese fósil de Homo erectus revela que esa especie ya vivía en el sur de África hace dos millones de años. (ESPECIAL)
Un trozo de cráneo encontrado en una excavación en Sudáfrica da un giro a la historia de los ancestros humanos más directos, pues ese fósil de Homo erectus revela que esa especie ya vivía en el sur de África hace dos millones de años, lo que supone unos 200,000 años antes de lo que se creía.
El fósil sudafricano, la parte superior de un cráneo, tiene entre 2.04 y 1.95 millones de años, según un estudio de las universidades de Johanesburgo, La Trobe en Australia y la de Washington en San Luís (Estados Unidos)
El resto más antiguo de Homo erectus que se conocía hasta ahora, procede de Dmanisi (Georgia) y data de 1,8 millones de años, recuerda en un comunicado la Universidad de Johanesburgo.
Los restos, fueron encontrados en las excavaciones del Drimonel, al noreste de Johannesburgo, un lugar famoso por sus fósiles de diferentes homínidos.
Identificados como DNH134, resultaron ser la tapa de una calavera que perteneció a un Homo erectus, uno de nuestros ancestros directos y que se conoce por haber emigrado desde África hacia el resto del mundo.
Estos homínidos caminaba erguidos y tenían brazos más cortos y piernas más largas. Podían caminar y correr durante distancias más largas que otros sobre las praderas africanas.
Los investigadores sabían que no se habían encontrado antes otros fósiles de Homo erectus en Sudáfrica. Aún más sorprendente fue el período de tiempo sugerido por las capas de suelo en las que se encontraron los fragmentos de cráneo, agrega la nota.
"Antes de que encontráramos el DNH 134, sabíamos que el Homo erectus más antiguo del mundo era de Dmanisi, en Georgia, y que databa de hace 1.8 millones de años", dice Stephanie Baker, de la Universidad de Johanesburgo.
El equipo recogió todas las pruebas disponibles, incluso restos de pequeños animales como murciélagos y lagartos hallados en la misma excavación y las sometieron a diversas técnicas de datación.
Tras recopilar todas las fechas que arrojaban las diferentes técnicas, el equipo llegó a una edad “muy precisa”: Todos los fósiles del yacimiento principal del Drimolen están fechados hace entre 2.04 y 1.95 millones de años, explica Baker.
“La edad de DNH 134 muestra que el Homo erectus existío entre 150,000 y 200,000 antes de lo que se creía”, indica el director del estudio Andy Herries de la Universidad de La Trobe.
Puesto que Homo erectus es uno de nuestros ancestros directos, este descubrimiento tiene implicaciones en el origen de los humanos modernos.
“Hasta este descubrimiento, siempre habíamos asumido que Homo erectus era originario del este de África, pero DNH 134” apunta a que “posiblemente procede del sur” de ese continente, explica Baker.
Eso supondría que más tarde se desplazo hacia el este, desde donde llegó al norte del continente y, desde allí, -agrega la experta- al resto del mundo.
El equipo también ha determinado que la calavera pertenecía a un Homo erectus joven, que podría tener entre dos y tres años cuando murió, precisa Herries.
La datación de DNH 134 señala además que tres especies de ancestros del humano moderno vivieron a la vez en el yacimiento de Drimolen.
“Podemos decir que Homo erectus compartió paisaje con otros tipos de humanos en Sudáfrica, el Paranthropus y el Australopitecus”, dice el investigador, lo que podría significar que necesitaban usar diferentes partes de la misma región para no competir entre sí, porque se venían como diferentes, desde su aspecto físico a sus capacidades.