Debido al COVID-19 entre el primero y tercer trimestre la pobreza pasó de 35.7 a 44.5 por ciento. (EFE)
La reducción de la pobreza laboral en los estados dependerá de que logren controlar la contingencia sanitaria y eviten regresar a semáforo rojo, advirtió José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
"Dependerá sobre todo de que mantengan controlado el tema de la contingencia sanitaria, porque en un escenario en que algunas entidades regresen a semáforo rojo, eso va a tener efectos negativos en los mercados laborales", afirmó en entrevista
Además, destacó que es importante un proceso de vacunación efectivo que permita a cada entidad un regreso más rápido a actividades normales, previas a la contingencia sanitaria.
En su opinión, mientras no haya una reincorporación cercana a 100 por ciento de toda su población económicamente activa a las diversas actividades económicas que desarrollaban, las entidades van a tener altos niveles de pobreza laboral con relación a lo que pasaba antes de la pandemia, y ello puede presionar el promedio nacional a mantenerse en niveles elevados.
A consecuencia de la crisis generada por el COVID-19, entre el primer y tercer trimestre de 2020 la pobreza laboral -porcentaje de la población con un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria- pasó de 35.7 por ciento a 44.5 por ciento, su punto máximo desde 2005, cuando el Coneval inició su medición.
"Podemos esperar un periodo de cuatro a cinco trimestres probablemente en tener una recuperación igual a 35.7 por ciento, pero si es un periodo mayor o menor dependerá fundamentalmente de la recuperación del empleo y también de que se tenga una inflación relativamente controlada, que no haya un incremento fuerte de los alimentos que merme el poder adquisitivo de los trabajadores", advirtió Cruz.
El reto para reducir la pobreza laboral dependerá no solamente del incremento en los salarios mínimos, agregó, sino también de que los empleos que se recuperen tengan buenas remuneraciones para que se fortalezca ese núcleo de trabajadores de bajos ingresos y disminuya la brecha en la distribución de los ingresos que creció a causa de la contingencia sanitaria.
Además, advirtió que los estados con mayor prevalencia del sector servicios y turismo no han podido recuperar con claridad su nivel de empleo previo a la contingencia, algo que también ha abonado al crecimiento de la pobreza laboral.
Existe una correlación del incremento de la pobreza laboral con la mayor desocupación en las entidades, dependiendo de la vocación económica que tengan. Por ejemplo, en estados turísticos como Quintana Roo y Baja California Sur, la pobreza laboral repuntó en 22.4 y 13.7 puntos porcentuales, respectivamente, durante el tercer trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior.
Por el contrario, Oaxaca, Michoacán, Morelos y Zacatecas tuvieron en el comparativo anual una muy pequeña reducción de pobreza laboral en el tercer trimestre de 2020, apoyados en que ya habían registrado disminuciones previas a la contingencia sanitaria.
Cruz explicó que el impacto de la pandemia se vio compensado con lo que había disminuido la pobreza laboral en los trimestres previos a la contingencia, pero también se trata de un problema, pues básicamente se perdieron los avances reportados en los trimestres previos.
"Estaban estableciendo una ruta buena en materia de reducción de pobreza laboral, pero claramente esos avances los perdieron en términos porcentuales derivado de la contingencia sanitaria", destacó.