El joven Alan Salgado dejó su comunidad de Teloloapan, Guerrero, para estudiar en Cetlar. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En un ambiente de elegancia y emoción, 71 alumnos del Centro de Estudios Técnicos Laguna del Rey (Cetlar) celebraron su graduación anual. Al día de hoy son 24 generaciones que han egresado de las especialidades Eléctrico-Instrumentista y Mecánico-Eléctrico.
El ingeniero Sergio Barrientos Hernández, director de dicha institución, comentó que el propósito del Cetlar no es únicamente que los jóvenes obtengan las herramientas necesarias o los conocimientos adecuados, también buscan que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio e inspiren a nuevas generaciones.
"Trabajamos en su desarrollo como seres humanos y en su capacidad de tomar decisiones a través de actividades extracurriculares como el deporte, sesiones psicológicas y programas de robótica", mencionó.
Según Barrientos Hernández, para que una persona se convierta en agente de cambio es necesario que realice sacrificios; tal es el caso del joven Alan Lancelot Salgado Flores, quien a los 18 años dejó a la comunidad de Teloloapan (Guerrero) para alcanzar su sueño: convertirse en un profesional para apoyar a su familia.
"Lo más difícil fue dejar mi casa, familia, amigos y aventurarme a lo desconocido, pero estoy agradecido con mis padres por apoyarme en esta decisión. Para quienes enfrentan esta situación les digo que se armen de valor y no teman, sí duele y da miedo pero solamente así uno valora, comprende y madura", mencionó el joven de ahora 20 años.
Su madre, Antonia Flores Benítez, dijo que separarse de Alan fue como "un desgarre para el corazón"; sin embargo, ella se encuentra contenta por las oportunidades que ha cosechado su hijo.
"Hace aproximadamente dos años fue una experiencia muy dolorosa, es mi primer hijo y fue difícil desprenderme de él. Pero yo siempre he dicho que los hijos deben dejar el nido para que aprendan a valorar muchas cosas, una de ellas fue esta gran experiencia. Ahora él es muy maduro e independiente, afortunadamente logró superarlo y aquí estamos, viéndolo triunfar. Es difícil dejar a un hijo porque se exponen a muchas cosas, pero hay que tener fe", dijo Antonia mientras abrazaba a Alan.
El Cetlar es una institución que fue concebida para satisfacer el requerimiento de personal calificado en las áreas de mantenimiento de Industrias Peñoles. La mayoría de los estudiantes son de comunidades de Sonora, Guerrero, Chihuahua, Estado de México, Zacatecas, Durango y Coahuila. Este año se graduaron 34 de Eléctrico-Instrumentista y 37 de Mecánico-Eléctrico.
REPRESENTA A LAS MUJERES
Gabriela Fernández fue la única mujer que egresó en esta generación. Ella estudió la especialidad de Mecánico-Eléctrico y pretende inspirar a las niñas a adentrarse a la Ciencia y Tecnología.
De acuerdo al director del Cetlar, se están implementando más proyectos dentro de la institución para promover la inclusión de género entre los estudiantes y alentar a las mujeres a cumplir sus objetivos.