Doña Clara afirma que en su trabajo platica, ayuda a los laguneros a calmar su hambre, ella también desayuna y se sostiene. (AARÓN ARGUIJO)
En una ciudad que amaneció prácticamente sin mujeres en las calles, llamaba la atención ayer una señora ubicada en la acera del bulevar Independencia, junto a una hielera azul y una sombrilla que no fue necesaria ante la nublada mañana. Doña Clara no se unió al paro nacional, ella hizo lo que hace todos los días: ofrecer sus burritos para calmar el hambre de los laguneros.
QUERÍA MARCHAR
Tranquila, relajada, atiende con amabilidad a sus clientes, ofreciendo los burritos que ella misma cocina desde hace más de 30 años, "hoy han venido a comprar casi puros hombres, las mujeres no salieron de casa", relató. Consciente del esfuerzo que realizan los colectivos feministas y de la marcha monumental realizada el pasado domingo, la señora Clara Méndez, vecina de la colonia Moderna, afirmó que no se unió al paro nacional, debido a que la venta de sus 140 burritos diarios es su forma de subsistir, "¿a qué me quedo sola en casa si ya solamente me sostengo a mí misma?" cuestionó.
Sin embargo, afirmó que le preocupa la realidad que viven las mujeres como ella en La Laguna y en todo México, tuvo deseos de asistir a la marcha del pasado domingo, pero su salud se lo impide: "tengo dolor en una pierna y un problema en mi columna, me canso caminando una cuadra, por eso me muevo en puro taxi, por eso no fui a la marcha, pero sí hubiera querido ir, ahora no pude dejar de venir a vender, yo mejor trabajo y siempre, todos los días le pido a Dios que ya no haya violencia", comentó.
REPUDIA LA VIOLENCIA
Doña Clara está por cumplir 64 años de edad, se encargó de criar a sus cinco hijos luego de quedar viuda al tener 29 años, la venta de comida le ha permitido salir adelante, ella es quien guisa y prepara. Su experiencia y su fe, la convierten en una mujer fuerte, de convicciones, con deseos de que La Laguna y todo el mundo sean un lugar mejor: "también hay mucha violencia de mujeres a hombres, de hombres a hombres, incluso contra animales, esperemos que se calme todo eso, que se tenga un poquito más de conciencia", expresó.
Doña Clara no dejó de trabajar, pero tampoco de orar, despide a cada cliente con "Dios lo bendiga".
Ejemplo de trabajo
Doña Clara es una mujer que disfruta la vida.
*Sus cinco hijos hoy son personas de bien, terminaron sus estudios y tienen sus propias familias.
*Ella guisa y prepara los burritos que vende a partir de las 8:15 horas hasta que culmina la venta.
* Asiste a la iglesia y realiza oración, además de cantar con los grupos que se presentan en la Plaza de Armas.
*Gusta de convivir con sus hijos y nietos, quienes le han ayudado a lo largo de los años en la venta de comida.