Productores y revendedores de melón y sandía aseguran que el inicio de la temporada de venta arrancó flojo este mes de abril.
Meloneros de Matamoros reportan un arranque flojo de la temporada de venta de melón y sandía. De inicio en esta primera semana indican que hay un 50 por ciento menos afluencia de compradores y vendedores en comparación con el año pasado.
Aseguran que lo anterior se debe en gran parte al miedo generalizado que hay ante el COVID-19 por lo que tanto los productores como los revendedores o "coyotes" han sido discretos en la instalación de puestos y camionetas cargadas de fruta evitando hacinamiento.
Pedro, uno de los revendedores de sandía, asegura que la situación económica es difícil tanto para productores como para quienes venden el producto ya que la gente, los compradores en general, están evitando a toda costa acudir a zonas donde haya aglomeraciones. Ésta era una de esas zonas antes, básicamente un mercado al aire libre donde la oferta y la demanda era el tema de cada conversación en los corrillos que rodeaban los camiones de carga.
Cada año la zona conocida como Las Meloneras, ubicada en el acceso a Matamoros por la carretera libre, muy cerca de la calzada Cristóbal Díaz, se llena de vendedores y compradores pero en esta ocasión los puestos se encuentran instalados con mucho mayor espacio entre sí además de que los pocos grupos de hay son de productores o revendedores pero no tanto de clientes. Casi todos usan cubrebocas.
Actualmente el kilogramo de Sandía lo venden en 4 pesos con 50 centavos mientras que el de melón en 5 o 6 pesos.
"Inició la semana muy floja, la venta está floja pero esperamos que en mayo esto mejore, tiene que mejorar porque la gente ya anda desesperada, queremos que esto de la enfermedad pase para que la gente salga y venga a comprar, casi siempre para estas fechas todos los espacios de enfrente de donde yo me pongo están llenos y ahora se ven vacíos pero todavía hay tiempo porque la temporada de venta apenas empieza, tenemos fe", dijo Pedro.
Otro revendedor que se ubica sobre el periférico de Matamoros, cerca de la Ladrilleras, concuerda con Pedro en que la temporada inició con poca venta: "La gente no se para mucho ahorita a comprar, algunos pasan tan rápido que parece que se lo quieren llevar a uno de corbata pero todavía hay tiempo para que la venta vaya mejorando, queremos que esto mejore para bien de todos, es la forma en la que nos ayudamos", dice el hombre de la tercera edad, quién es acompañado por un menor que le ayuda a vender melón, sandía y jícamas.
