Altares en medio de las calles al sonar de las tamboras, indicaban que las reliquias a San Judas Tadeo no se doblegaron ante la pandemia; la devoción al santo patrono de los “casos difíciles” fue más que el miedo a contagiarse de COVID-19. (FERNANDO COMPEÁN)
Altares en medio de las calles al sonar de las tamboras, indicaban que las reliquias a San Judas Tadeo no se doblegaron ante la pandemia; la devoción al santo patrono de los “casos difíciles” fue más que el miedo a contagiarse de COVID-19.
Pese a las recomendaciones por parte de las autoridades gubernamentales y de la misma iglesia católica de no realizar estas muestras de fe para evitar aglomeraciones, en diferentes hogares laguneros se realizó la tradicional reliquia.
Atrás de la clínica del Seguro Social 18, la familia Canelo Canelo Quiralte no quiso detener la tradición de 29 años, de darle gracias a San Juditas por todos los favores recibidos.
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