Un monje de un claustro lejano visitó el convento de San Virila.
El frailecito le preguntó al visitante:
-¿Cuántos son en tu convento?
Respondió el monje:
-Somos el padre prior, el vicario, cinco monjes, siete novicios, cuatro legos y yo. En total, 19 almas.
En seguida el religioso le preguntó a San Virila:
-Y en este convento ¿cuántos son ustedes?
Contestó el santo:
-Somos el padre superior, cinco monjes, un hermano lego, una vaca, seis gallinas, un asno, tres conejos y yo. También 19 almas.
El monje le puso una mano en el hombro a San Virila y le dijo:
-Pensé que te llamabas Virila, pero me equivoqué. Seguramente tu nombre es el mismo que el de San Francisco de Asís.
¡Hasta mañana!...