El jugador levantó las manos con ambos pulgares hacia abajo dirigiéndose a la afición local mientras ingresaba al túnel rumbo al vestuario. La afición respondió con fuertes burlas. (EFE)
Compañeros y adversarios intentaron impedir que Moussa Marega del Porto abandonara la cancha en un partido de la liga de Portugal tras haber sido víctima de insultos racistas de la afición del local Guimarães.
Marega, un delantero originario de Malí, estaba visiblemente molesto por los sonidos de monos dirigidos a él después de que anotó el segundo gol del Porto en el triunfo 2-1.
Cuando Marega comenzó a abandonar el campo, varios jugadores del Porto y del Guimarães comenzaron a discutir con él. El técnico del Porto Sérgio Conceição también ingresó a la cancha y habló con Marega.
Le tomó varios minutos a Marega salir del campo después de que fue sustituido.
El jugador levantó las manos con ambos pulgares hacia abajo dirigiéndose a la afición local mientras ingresaba al túnel rumbo al vestuario. La afición respondió con fuertes burlas.
La actitud de los otros jugadores ha sido criticada en redes sociales.
“Estamos indignados con lo ocurrido. Moussa fue insultado desde el calentamiento”, dijo Conceição después del partido.
“Somos una familia. La nacionalidad, el color, la estatura no importa. Somos seres humanos y merecemos respeto. Lo que ocurrió es despreciable”, añadió.