Los pequeños comerciantes viven una situación de crisis ante la pandemia; las ventas no mejoran. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Cada día es aún más complicado para el señor Hermenegildo Torres, poder llevar el sustento a su hogar ya que, desde que inició la pandemia de COVID-19, las ventas van "de mal en peor".
Desde hace más de 20 años se dedica a la compra-venta de libros y revistas en un pequeño local ubicado en la Zona Centro de la ciudad de Durango pero no recuerda un momento tan complicada por la falta de clientes y de circulante de dinero en la ciudad.
Y es que, son pocas las personas que acuden a su local porque están privilegiando necesidades básicas como la alimentación, además de que buena parte de la población se encuentra sin trabajo o con su salario reducido.
Por si fuera poco, la situación se complica con las restricciones impuestas por la clasificación de Durango en el semáforo epidemiológico rojo.
Esta afectación se refleja en mayor medida en pequeños negocios como el de Don Hermenegildo, quien con esfuerzos había logrado sobreponerse y conservar sus clientes cuando, por la ampliación del bulevar Dolores del Río, tuvo que cambiarse a otro local. Pero ahora, ve cada vez más complicado el panorama.
Aunque su trabajo no es considerado esencial, para él resulta indispensable seguir abriendo su local porque vive al día y las autoridades no están brindando apoyos para este sector de la población conformado por micro y pequeños empresarios que, si no trabajan, no pueden cubrir sus necesidades más básicas; esto a pesar de que se amplió una semana más el semáforo rojo en la entidad.