Al ser detenido, la policía encontró una mazmorra con objetos de tortura en el sótano de su hogar (ESPECIAL)
Un sujeto que paga una condena de más de 26 años en una prisión de Estados Unidos, tras ser acusado de pedofilia y canibalismo, ha pedido a las autoridades su liberación por miedo a contagiarse de COVID-19.
Geoffrey Portway, de 47 años y de nacionalidad británica, fue detenido en 2012 por autoridades estadounidenses gracias a una investigación que lo vinculaba a la pornografía infantil, lo que los llevó a descubrir en su hogar una mazmorra en la que torturaba a niños, con los que demás practicaba canibalismo, detalla el portal Mass Live.
Fue durante el mes de noviembre que Portway presentó un escrito a la prisión federal de Virginia, donde se encuentra recluido, para pedir su liberación y deportación a Inglaterra, de donde es originario.
Asimismo en su petición, Geoffrey lega que debido a que padece hipertensión, diabetes y obesidad, es más propenso a sufrir graves afectaciones por COVID-19, si se llegara a contagiar del virus SARS-CoV-2, pues señala que en la prisión se han presentado más de 40 casos entre el personal de ésta y presos.
De acuerdo a la investigación realizada en 2012, la mazmorra ubicada en el sótano del hogar de Portway, en Worcester, contenía un ataúd casero del tamaño de un niño, además de una jaula de acero y objetos punzocortantes como cuchillos, bisturís y herramientas de castración.
#Worcester man sentenced in 2013 to 27 years in plot to abduct and eat children - wants "compassionate release,"
Feds said Portway had a dungeon in his home.
Las autoridades encontraron conversaciones con otros pedófilos en las que compartían sus deseos de 'secuestrar, violar, asesinar y comer niños', además del intercambio de imágenes de pornografía infantil.
Pese a que no se ha comprobado que haya llegado a lastimar físicamente a un niño, esto tampoco ha podido ser desmentido pues en 2013 declaró ser culpable de intentar infringir un delito de violencia, aunque después intentó retractarse.