Más de un millón de estadounidenses saturaron diariamente aeropuertos y vuelos durante el fin de semana al tiempo que las muertes por coronavirus aumentaron en todo Estados Unidos y expertos en salud pública rogaron a la población permanecer en casa y evitar las grandes reuniones por el Día de Acción de Gracias. (ARCHIVO)
Más de un millón de estadounidenses saturaron diariamente aeropuertos y vuelos durante el fin de semana al tiempo que las muertes por coronavirus aumentaron en todo Estados Unidos y expertos en salud pública rogaron a la población permanecer en casa y evitar las grandes reuniones por el Día de Acción de Gracias.
Y se espera que las multitudes crezcan. Se prevé que el próximo domingo sea el día más ajetreado del periodo vacacional.
El número de personas que viajan vía aérea para el fin de semana feriado es menor a la mitad del año pasado debido a una propagación de COVID-19 que empeora rápidamente. Sin embargo, los tres millones de personas que pasaron por el punto de revisión de los aeropuertos de Estados Unidos de viernes a domingo representaron la mayor cantidad desde mediados de marzo, cuando la crisis de COVID-19 azotó el país.
Muchos viajeros no están dispuestos a perderse una reunión familiar y están convencido de que pueden hacerlo con precaución. A esto se suma que muchas universidades han terminado sus clases en persona, lo que aumenta el número de estudiantes que vuelven a casa.
Laurie Pearcy, directora de administración para un despacho de abogados en Minneapolis, viaja a Nueva Orleans para acudir a la despedida de soltera de su hija y a una pequeña cena de Día de Acción de Gracias con su hijo.
“No quiero enfermar a nadie inconscientemente. Pero no quiero perderme este acontecimiento especial para mi única hija”, sostuvo.
Stephen Browning, un ejecutivo jubilado de Tucson, Arizona, volará a Seattle para pasar el Día de Acción de Gracias con su hermana. La reunión por lo general es de hasta 30 personas; este año, solo 10 acudirán, y a todos los invitados se les ha pedido realizarse una prueba de coronavirus. Browning no piensa quitarse el cubrebocas para comer o beber durante el vuelo.
“Este es mi primer vuelo desde diciembre de 2019, por lo cual tengo mis dudas”, dijo. “Pero pienso que la mayoría de las aerolíneas ahora actúa con responsabilidad y obliga a usar mascarillas en todos los vuelos”.