Los ejidos de Torreón tienen sed, a pesar de haber sido absorbidos por la mancha urbana, comunidades como San Luis, La Paz o San Agustín no tienen agua en esta temporada de calor, mientras que los fraccionamientos aledaños sí cuentan con el servicio. (ARCHIVO)
Los ejidos de Torreón tienen sed, a pesar de haber sido absorbidos por la mancha urbana, comunidades como San Luis, La Paz o San Agustín no tienen agua en esta temporada de calor, mientras que los fraccionamientos aledaños sí cuentan con el servicio.
"Hay una irregularidad impresionante en el Simas Rural, el servicio es malo, es inviable que exista ese organismo", señaló el diputado local, Gerardo Aguado Gómez. En este sentido, presentó un Punto de Acuerdo en el Congreso de Coahuila para desincorporar la parte urbanizada de Torreón del Simas Rural, pues de 17 derechos de agua que tiene este organismo, 12 están dentro de la ciudad, por lo el área rural se reduce únicamente a Jimulco.
"Hoy tienes un fraccionamiento que lo cobra Simas Torreón y al lado, un ejido que lo cobra Simas Rural, entonces pasa que el fraccionamiento tiene agua y el ejido no, es un tema de insumos, de personal, de recursos, el organismo está endeudado, depende del Simas Torreón, está en problemas y no tiene la capacidad de respuesta, carece de total sentido su existencia", expuso.
Esto en base a que la mancha urbana de Torreón ha absorbido casi por completo la zona rural, en relación a hace 26 años, cuando se creó el Simas Rural, que además, hace uso de la infraestructura del organismo municipal, descargando el 65 por ciento de sus efluentes aquí, cuyo traslado y tratamiento generan costos que no están considerados dentro del sistema municipal, pero implican cerca de 26.2 millones de pesos al año por drenaje y saneamiento.
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Simas Rural cuenta con 17 títulos de derechos de agua, de los cuales 12 se encuentran en la mancha urbana de Torreón. En el último avance de gestión para el 2018, reportan que 15 de los 17 pozos con los que cuenta el organismo están operando, atendiendo a 38 mil 527 hogares, de los cuales 82.83% están en Torreón.
Tanto el Simas Torreón como el Rural y el Matamoros tienen como objetivo administrar, operar, conservar y mantener, el sistema de agua potable, drenaje, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales, correspondientes a cada municipio. También pueden fijar cuotas y cobrar por dichos servicios. Sin embargo, la Ley de Aguas de Coahuila establece que los servicios de los Simas estarán a cargo de los municipios y que puede ser a través de tres figuras: órganos descentralizados, entidades paramunicipales, o particulares concesionados. Adicionalmente se puede coordinar la prestación de servicios en un Sistema Intermunicipal, a lo cual en enero del 2015 se creó la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS), quien supervisaría las operaciones del Simas Rural.
Aguado Gómez señaló que esto deja a los tres Simas en una relación compleja respecto a su operación, ya que, si bien los tres están facultados para operar en su límite territorial, la sobre posición de un organismo intermunicipal difumina los límites en los que operan los otros dos organismos, considerando que la expansión de la población de ambos municipios ha hecho imperceptible la división no solo entre ellos, sino entre lo rural y urbano.
Los activos del Simas Rural ascienden a 74.88 millones y 83.42% de estos están financiados por pasivos, que al final del 2018 sumaron 62.46 millones. Para este último periodo, su patrimonio total es de 12.41 millones, resultado de restar al patrimonio contribuido, de 66.34 millones, un patrimonio generado de -53.9 millones, compuesto de las pérdidas acumuladas de 38.83 millones en resultados anteriores y los 15.09 para el último año.
En comparación, el Simas Torreón cuenta mil 768.2 millones en activos, 23 veces más que el intermunicipal. De estos, sólo el 11.30% es representados por deuda. Estos activos generan 9 veces más ingresos, al contabilizar 680.7 millones en 2018, con un resultado del ejercicio positivo de 26.6 millones. Una mejora considerable respecto al 2017 en dónde se tuvieron pérdidas por 12.10 millones.
El diputado indicó que el estrés financiero al que se enfrenta el Simas Rural no le permite mantener el objeto de su decreto, situación que se agrava con el traslape en el servicio que ofrece con los otros dos organismos municipales, ya que mientras estos tienen la capacidad operativa y financiera para atender a la ciudadanía, no están bien definidos los límites territoriales en los que operan los tres, haciendo necesaria una redefinición del esquema de trabajo de los tres organismos, reminiscente de un nudo gordiano.
Dijo que el Simas rural presenta graves deficiencias en su servicio que afectan de manera constante a la mayoría de los usuarios, sin posibilidad alguna de soluciones ni en el corto ni en el mediano plazo. Consideró que se encuentra rebasado en capacidad y recursos y su existencia ya no tiene sentido alguno, siendo lo mejor para todos que sus funciones las realice el Simas Torreón.
El tema será discutido en la comisión de Agua y Medio Ambiente del Congreso.
