Los niveles fluctuantes del estrógeno, hormonas sexuales esteroideas de tipo femenino principalmente, podría ser el causante de que el alcohol sea más gratificante para las mujeres. (ESPECIAL)
Los niveles fluctuantes del estrógeno, hormonas sexuales esteroideas de tipo femenino principalmente, podría ser el causante de que el alcohol sea más gratificante para las mujeres, sugiere un estudio publicado en el Journal of Neuroscience.
Para la investigación, los autores del estudio activaron receptores de estrógeno en ratones y rastrearon cómo la activación influyó en los efectos del alcohol en el cerebro.
Los científicos descubrieron que la activación del subtipo de receptor de estrógeno alfa provocó que las neuronas se dispararan aún más de lo normal en respuesta al alcohol.
El aumento de la activación de las neuronas libera más dopamina y podría traducirse en una mayor sensación de recompensa al beber, lo que hace que el abuso sea más probable cuando aumentan los niveles de estrógeno, explicaron.
Para comprobar su descubrimiento, los investigadores redujeron el número de receptores de estrógeno en los animales, lo cual, señalaron, disminuyó el comportamiento de consumo excesivo de alcohol en ratones hembras.
Lo anterior, indicaron, no tuvo ningún efecto en ratones machos, a pesar de que también tienen estrógeno en sus cerebros.