La última entrega de taparroscas se llevó a cabo el pasado febrero durante el Paseo Colón. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La contingencia por el COVID-19 obligó a la fundación Destapa una Esperanza a modificar su tradicional Tapatón, cuya finalidad es apoyar a niños que se encuentran en tratamiento por cáncer. Aunque el evento se realiza cada tres meses, será en julio cuando se desarrolle bajo una nueva mecánica.
La última entrega de taparroscas se llevó a cabo en febrero durante el Paseo Colón. Se trató de la edición número 20 de este movimiento que busca recolectar el mayor número de tapas para convertirlas en ayuda para los pequeños que así lo requieren.
Karen Villalobos López, representante de la fundación, informó que será el primer fin de semana de julio cuando se lleve a cabo el Tapatón, que en esta ocasión dada la nueva modalidad, llevará como nombre "Carrotón".
Desde el automóvil, las familias laguneras podrán entregar las tapas que han recolectado a lo largo de estos meses, ya que debido a la contingencia por el virus, varios centros de acopio cerraron sus puertas al público, como lo son colegios particulares y escuelas públicas, las cuales representaban el mayor apoyo para la recolección de tapas.
"Ahorita de momento por todo de la contingencia, algunos establecimientos que tenemos como centros de acopio dejaron de funcionar porque no estaban recibiendo comensales como lo son restaurantes, restaurantes-bar, que estaban en apoyo, así como escuelas y colegios; se detuvo la recolección en esas áreas", explicó.
El apoyo en otros puntos que siguieron operando continuó. "Lo único que funcionó eran los corazones que se encuentran en diversas áreas como Plaza 505, (estaciones) Progas", explicó.
"No hemos parado, poco a poco se ha ido recolectando, esperamos tener la respuesta de la gente", agregó. Villalobos invita a los laguneros a sumarse al próximo evento, del cual se darán los detalles a través de las redes sociales de Destapa una Esperanza.