La empresa atravesaba ya una importante crisis como consecuencia de los dos accidentes mortales. (EFE)
El fabricante aeronáutico Boeing despedirá esta semana a 6,770 de sus empleados en Estados Unidos, a otros 700 fuera del país y ejecutará 5,520 bajas pactadas en los próximos días, lo que supondrá prescindir de 12,990 de sus trabajadores en un momento en que la pandemia de COVID-19 ha paralizado el tráfico aéreo.
El recorte de plantilla fue revelado ayer en una carta enviada por el consejero delegado de la firma, Dave Calhoun, a sus empleados, y es significativamente superior a las 2,500 bajas voluntarias de las que los sindicatos habían informado inicialmente al diario The Wall Street Journal.
Con esta primera tanda de despidos y bajas voluntarias, la compañía aeronáutica abre el proceso de reestructuración interna anunciado en abril y que culminará con la reducción de un 10 % de la plantilla de Boeing, que actualmente conforman 160,000 trabajadores en todo el mundo.
En lo que respecta a los 700 despidos fuera de EUA, se centrarán en las instalaciones de la compañía en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
El recorte anunciado ayer es la primera gran reducción de plantilla que Boeing hace desde 2017, cuando recortó unos 1,500 empleos dentro de un plan para reducir gastos.
Boeing anunció en abril que iba a reducir la producción de varios de sus modelos de aviación comercial, incluido el accidentado 737 MAX, tras registrar pérdidas de 628 millones de dólares en el primer trimestre de 2020 debido al impacto de COVID-19 o coronavirus.