Seguramente te has topado con alguien con quien te resulta difícil hablar debido al olor que emana su aliento, o quizá seas tú quien haya notado esto en ti que no te puedes quitar ni con los chicles más fuertes. (ESPECIAL)
Seguramente te has topado con alguien con quien te resulta difícil hablar debido al olor que emana su aliento, o quizá seas tú quien haya notado esto en ti que no te puedes quitar ni con los chicles más fuertes.
Lo cierto es que, a diferencia de la creencia popular, el mal aliento no se debe sólo a no cepillarte los dientes. La halitosis se produce, generalmente, por la descomposición bacteriana de restos de saliva, alimentos, células de la mucosa oral o sangre entre los dientes, ya que esto genera sustancias de azufre volátiles.
Se piensa que dicho problema afecta a uno de cada cuatro individuos, y que al menos 50% de la población total lo sufrirá en algún punto de su vida.
Tener una buena limpieza bucal es importante, sin embargo, no es suficiente. En un estudio publicado por Journal of Clinical Periodontology, ha dado con una estrategia para erradicar el mal aliento.
Lo básico es comenzar por buen cepillado en las mañanas al despertar y antes de dormir, son los momentos del día en los que seguramente percibes más esta sensación.
No solo los dientes
Según los investigadores, el causante del mal aliento es la lengua. Todas las grietas y ranuras que hay en ella albergan una gran cantidad de microorganismos que llevan a la aparición de sustancias volátiles de azufre, lo que produce mal aliento.
No importa cuanto te talles los dientes, es importante poner atención también en la lengua y encías. Es recomendable utilizar un raspador de lengua en lugar del cepillo para evitar dispersar las bacterias otra vez ahí.
Más que sólo cepillo
Los investigadores aseguran que el aliento puede combatirse si te lavas los dientes mínimo dos veces al día. Además de usar el cepillo, es importante el uso de hilo dental para eliminar las bacterias acumuladas entre los dientes y las encías. No sólo estarás controlado la halitosis, sino también estarás evitando otros malestares como gingivitis o periodontitis, que también son culpables de la acumulación de azufre.
Mantén tu boca hidratada
Cuando tienes esa sensación pastosa y seca estás acumulando células muertas en las mejillas, encías y lengua. Si no tienes suficiente saliva, estas comienzan a multiplicarse y generan moléculas relacionadas con el azufre, que genera mal aliento.
Es recomendable acudir a un chequeo dental entre una y dos veces al año como mínimo para evitar problemas bucales que agraven la halitosis, además es necesario tener limpiezas dentales continuas para mantener una buena higiene.