La masa del envase en menor a la del producto que contiene. (INTERNET)
Hay una explicación científica de por qué los botes de champú se caen con facilidad y tiene que ver con la física.
Según Jerome Licini, físico en la Universidad de Lehigh, lo primero que entra en juego es la masa. La masa de un bote de champú vacío ronda los 40 gramos. La masa del gel en su interior es de unos 340 gramos. Así pues, aunque la cantidad varíe un poco entre diferentes productos, la idea básica es igual: la mayor parte de la masa proviene del propio champú, no del envase.
Cuando la botella está llena, su centro de gravedad está más o menos en el centro, dice el experto en un video publicado. Conforme se vaya usando el producto, el centro de gravedad va bajando. En consecuencia, paradójicamente, esto hace que la botella sea más difícil de desestabilizar, pero sólo hasta que queda poco champú.
Al momento en que queda aproximadamente un 10% del contenido, la masa del gel ya no supera a la del envase, así que el centro de gravedad regresa al centro geométrico del objeto en su totalidad, o sea, a la mitad de la botella.
Es entonces cuando con el más mínimo aire o chorro de agua, el bote se caerá. Y tampoco será muy estable si se coloca sobre una superficie, aunque sea mínimamente, inclinada.