Donald Trump propuso el jueves reducir drásticamente el poder supervisor de una ley ambiental. (ARCHIVO)
El presidente Donald Trump propuso el jueves reducir drásticamente el poder supervisor de una ley ambiental, acelerando así la aprobación de una serie de grandes proyectos, desde oleoductos hasta emprendimientos comerciales.
Dijo que Estados Unidos no puede competir “si un sistema burocrático nos impide construir lo que necesitamos”.
Trump habló en la Casa Blanca de su propuesta de reformas a la Ley Nacional de Política Ambiental, aprobada hace medio siglo. La ley vigente desde 1970 obliga a las agencias federales a tener en cuenta el impacto de grandes proyectos sobre la tierra y la vida silvestre, y consagra el derecho del público a recibir información sobre esos impactos y opinar sobre ellos.
Trump dijo que la aplicación actual de la ley es “la peor muestra del gobierno excesivamente grande”.
Un cambio crucial limitaría la obligación de efectuar el estudio ambiental de proyectos que reciben importantes fondos federales.
El cambio significaría que una gama de proyectos financiados y regentados en forma privada no tendrían la obligación de evaluar su impacto ambiental e informar al público.
Anne Bradbury, titular de una cámara de productores independientes de petróleo y gas, dijo que los cambios propuestos acelerarán la aprobación de oleoductos y otros proyectos petroleros en tierras federales. El gobierno de Trump ha impulsado la construcción de oleoductos a pesar de objeciones locales, así como la reducción del tiempo y la profundidad de los estudios ambientales correspondientes.
Legisladores demócratas y grupos ambientalistas dicen que los cambios eximirán a los contaminadores del estudio público de sus proyectos.
El presidente Richard Nixon sancionó la ley el 1 de enero de 1970 ante la indignación pública por el derrame petrolero frente a Santa Barbara, California, en 1969. La contaminación del aire, el agua y la tierra provocó la creación de las mayores protecciones ambientales del país.