Las protestas afuera de la Casa Blanca se realizaron en un ambiente casi festivo, sin incidentes violentos. (EFE)
Cientos de manifestantes se concentraron en la noche de este jueves en la recientemente bautizada plaza Black Lives Matter, en frente de la Casa Blanca, con bocinas y silbatos para protestar mientras el presidente Donald Trump ofrecía su discurso de aceptación de la candidatura republicana para las elecciones de noviembre.
"No podía quedarme en casa. Es una desgracia que Trump sea el presidente", afirmó a Efe Susan, una afroamericana que no quiso revelar su apellido.
"Estos cuatro años han sido acercarnos a la puerta del fascismo. Cuatro años más, sería vivir el fascismo", subrayó mientras ondeaba una bandera del movimiento de respaldo a Las Vidas Negras Importan.
La concentración buscaba alterar la fiesta montada en el jardín sur de la Casa Blanca, donde Trump prometió que "lo mejor está aún por llegar" en referencia a su posible segundo mandato.
Con panderetas, silbatos y gritos, los manifestantes intentaron acallar la celebración de los republicanos en la noche final de su Convención Nacional.
Al otro lado de la valla de la residencia presidencial, los manifestantes mantuvieron un ambiente festivo, bajo un notable despliegue policial, solo alterado puntualmente por algún seguidor del presidente que rápidamente era instado a abandonar la zona.
Los lemas coreados apuntaban a la brutalidad policial y en más de una ocasión se instalaba un silencio pesado mientras se pronunciaban los nombres de diversas víctimas.
"Nos deberían proteger -señaló un grupo de jóvenes con máscaras y camisetas con la palabra "Enough" (Suficiente) - y son precisamente ellos quienes nos disparan".