Los bezoares son acúmulos de material parcialmente digerido o sin digerir, atrapados en el estómago o en otras partes del tubo digestivo. (ESPECIAL)
Los bezoares son acúmulos de material parcialmente digerido o sin digerir, atrapados en el estómago o en otras partes del tubo digestivo. Puede tratarse de alimentos o de cuerpos extraños, es decir, de pequeños objetos ingeridos.
De acuerdo con el Manual de Merck de Información Médica General, estos acúmulos pueden estar constituidos por cabello, fibras de frutas o vegetales, bloques de fármacos endurecidos, también por objetos pequeños no mayores de dos centímetros, los cuales no pueden pasar por los orificios o espacios estrechos del tubo digestivo y esto provoca que se queden detenidas.
En el caso de las espinas de pescado, a pesar de ser aparentemente finas, pueden causar daños en el organismo ya que quedan atrapadas en el esófago o en el estómago. Además, los bezoares pueden estar presentes en cualquier persona, sobre todo en los niños menores de tres años, pues son quienes ingieren cuerpos extraños por accidente.
Otro grupo vulnerable son las personas que se han sometido a cirugía del tubo digestivo, especialmente cuando se ha extirpado parte del estómago o del intestino, incluso algunas personas con diabetes a veces desarrollan un trastorno en el cual el estómago no se vacía adecuadamente, lo que da lugar a una retención problemática de alimentos.
Generalmente no se generan síntomas, sin embargo, algunas personas tienen la sensación de que algo se ha quedado detenido en el esófago lo cual es potencialmente peligroso y más aún si el objeto es agudo, ya que puede perforarlo.
En los casos más graves, algunas personas presentan sangre en las heces, pérdida de apetito, vómito, dolor abdominal y fiebre.
El diagnóstico se basa en la exploración con rayos X o con una revisión visual del conducto digestivo a través de un tubo flexible, a lo que se conoce como endoscopia.
En la mayoría de los casos no se necesita tratamiento, pues se expulsan a través de las heces, pero si éstos están detenidos en el esófago, puede ser necesaria la aplicación de glucagón por vía intravenosa, con la finalidad de relajar el esófago y permitir que el objeto pase a través del tubo digestivo.
