Desde el año 2004, el Cañón de Fernández fue declarado como Zona natural protegida por el entonces gobernador Ángel Guerrero. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Durante cuatro meses, el Parque Estatal Cañón de Fernández suspendió sus visitas debido a la pandemia del COVID-19 a fin de evitar contagios. Fue desde su reapertura que los problemas comenzaron ante el elevado número de visitantes y sobre todo la presencia de vehículos tipo todoterreno, cuyo acceso está prohibido.
Fue en la segunda quincena de julio cuando la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente en la región permitió el paso de los visitantes ante la baja en el número de contagios por el virus SARS-CoV-2 de entonces. Desde las primeras semanas se registraron cientos de visitantes dejando toneladas de basura y poniendo en riesgo el equilibrio del lugar.
Lo que más alarmó a los ambientalistas, autoridades y habitantes de esta zona que abarca 17 mil hectáreas ubicadas en el municipio de Lerdo, fue la presencia de las unidades tipo 'racer', pese a que su paso está prohibido en el Manual de Manejo.
Aunque la dirección de Tránsito y Vialidad montó operativos para intentar frenar el paso de los vehículos, estos hicieron caso omiso, "burlando" a la autoridad.
A fin de no ser detectados, acudían por la madrugada, cuando la vigilancia bajaba y se resguardaban también en propiedades privadas,cuyo acceso para la autoridad era limitado. La autoridad en su momento recibió reportes de detonaciones de armas de fuego en el lugar.
En su reciente visita, el secretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Durango Alfredo Herrera Duenweg, a fin de establecer las acciones para frenar los daños ocasionados por estos conductores, quienes promovieron un amparo ante el Juez Cuarto de Distrito en La Laguna, dijo que no se habían evaluado los daños.
"Sí tenemos algunos videos e imágenes en donde estas personas andan por el río a toda velocidad, haciendo diferentes peripecias, cosas que no están permitidas dentro del Cañón porque como les comentaba, el ruido de estos vehículos es una contaminación sonora que nos estresa a la fauna que tenemos en esta zona".
HISTORIA
En el 2004, el Cañón de Fernández fue declarado como zona natural protegida, según el decreto firmado por el entonces gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier y la Semarnat. Para tal declaratoria, se contó con la participación de la asociación Pro Defensa del Nazas así como la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
"Hay un estudio técnico justificativo, eso lo tiene que hacer una consultoría quien tenga la capacidad técnica que analiza los aspectos sociales, ecológicos y culturales por ejemplo de la zona, y qué grado de perturbación tiene para ver si se justifica el ser decretada área natural protegida. Una vez que se justifica, entonces se consiguen también las anuencias de los propietarios o concesionarios, para que ellos estén de acuerdo y conscientes y sepan qué aceptan, y para qué", explicó Amorita Salas Westphal, coordinadora de la Carta de la Tierra en Durango, quien participó para lograr tal declaratoria.
En el estudio realizado en aquel tiempo, se logró descubrir la presencia de 60 mamíferos, 200 aves, especies endémicas de plantas y animales.
MEDIDAS
La Secretaría cuenta con evidencia fotográfica de tortugas que se estaban desovando, fueron aplastadas.
Como parte de las medidas para evitar que el daño siga creciendo, podrían atenderse tres de los seis accesos, y se podría contratar a unos seis vecinos de los poblados cercanos a través del programa de Empleo Temporal, para que se encarguen tanto de las casetas de vigilancia como de dar rondines.
También se solicitará el apoyo de la Policía del Estado, ya que la labor de la Policía Municipal, y la persona responsable del lugar por parte del Estado, resultan insuficientes.
