Tenía 11 costillas fracturadas y una aorta desgarrada. (INTERNET)
El pasado 23 de noviembre Jason Koch se encontraba caminando por unas montañas cerca de la localidad de Calistoga, en Estados Unidos, cuando una roca cayó sobre él; quedó con el rostro contra el suelo e inmovilizado de su brazo derecho.
Después de varias horas, usó su brazo libre y una navaja para cortar la parte del pantalón donde tenía guardado su celular. No podía ver, así que con una rama cavó parte de la tierra, empujó la roca hasta que se inclinó y pudo quedar libre.
En la madrugada y con un teléfono casi sin batería marcó al teléfono de ayuda, el 911. Con las coordenadas GPS, gafas de visión nocturna y sistema de imagen por infrarrojos, un equipo de rescate aéreo de la Patrulla de Carreteras de California encontró a Koch, no obstante, se encontraba en una zona de difícil acceso y tomó una hora caminando para llegar a él.
Tras examinar sus heridas, se determinó que no era conveniente moverlo por tierra, así que tuvieron que esperar a que amaneciera para coordinar el rescate aéreo. Koch tenía 11 costillas fracturadas y una aorta desgarrada.
A la mañana siguiente fue evacuado en helicóptero y trasladado a un hospital, desde donde se reporta que se encuentra estable de salud, recoge la agencia Ruptly.