Ecuador bordea los 68,000 contagios confirmados por el coronavirus SARS-CoV-2, con una importante alza en la capital, Quito, desde el pasado 3 de junio. (ARCHIVO)
Ecuador bordea los 68,000 contagios confirmados por el coronavirus SARS-CoV-2, con una importante alza en la capital, Quito, desde el pasado 3 de junio, cuando inició la transición del aislamiento al distanciamiento social, a través de un semáforo epidemilógico.
Según las estadísticas oficiales de este domingo, en el país hay 67,870 casos confirmados del coronavirus por medio de pruebas rápidas y PCR, es decir 661 más que el sábado.
La cifra de fallecidos confirmados por la enfermedad resultante, la COVID-19, aumentó en 16 hasta situarse en 5,047, mientras que los decesos "probables" por esa enfermedad llegaron a 3,292, en las estadísticas oficiales.
Desde que se reportó oficialmente el primer caso el pasado 29 de febrero se han tomado un total de 182,523 pruebas, entre PCR y rápidas en Ecuador, habitado por más de 17 millones de personas.
Según esas muestras, se han descartado 91,973 casos, mientras que 5,900 pacientes se recuperaron de la enfermedad y otros 8.842 recibieron el alta hospitalaria.
De las 24 provincias de Ecuador, la costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil, sigue encabezando el mayor número de casos, 16,480, lo que representa el 27.97 % a nivel nacional, seguida por la de Pichincha, con la ciudad de Quito como cabecera, que reúne 10,673, el 18.12 % de los contagios, 258 casos más que el sábado.
REPUNTE EN QUITO
La capital, Quito, inició el 3 de junio una nueva etapa de desescalada y pasó del color rojo al amarillo en el semáforo epidemiológico, lo que se ha traducido en la reanudación parcial del transporte público y una mayor actividad comercial y laboral en las calles de la urbe, habitada por unos tres millones de personas.
Sin embargo, la incesante tasa de contagios en la capital la mantiene bajo algunas limitaciones pese a encontrarse en color amarillo, como el cierre de teatros y cines o la suspensión del transporte interprovincial, entre otras medidas.
Cuando Quito pasó a amarillo en el semáforo epidemiológico, la provincia de Pichincha acumulaba el 13 % de los casos a nivel nacional, ahora supera el 18 %.
El aumento en los casos en Pichincha, concentrados mayoritariamente en Quito (9,670) llevó a las autoridades a redoblar los controles para evitar aglomeraciones y fiestas clandestinas, entre otros.
El sábado, César Díaz, secretario de Seguridad del Municipio, informaba de un operativo en una fiesta clandestina, en la que, incluso había "menores de edad y bebidas alcohólicas. Estos actos irresponsables son los que ponen en riesgo la vida", decía en Twitter.
"Lamentablemente son los padres o abuelos quienes necesitarán una cama UCI y ya no tenemos más en Quito, ayúdennos!!!", clamaba el alcalde de Quito, Jorge Yunda, al hacerse eco en la red social del mensaje de Díaz.
En su perfil de Twitter, Yunda también mencionó el aumento de pacientes en un centro de convenciones adaptado en el norte de la ciudad para recibir a afectados leves por el coronavirus.
"Comenzamos con ocho pacientes y al momento estamos con 120 pacientes, seguiremos creciendo vecinos de Quito pero no habrá espacio si no adquirimos conciencia sanitaria, usa mascarilla, evita contagiarte, ayúdanos", escribió el burgomaestre.
En la capital, criminalística ha recogido ya varios cadáveres en las calles, presuntamente afectados por COVID-19.
OTRAS PROVINCIAS
A las provincias del Guayas y Pichincha, les siguen en contagios en contagios: Manabí con 5,110, Los Ríos (2,598), Esmeraldas (2,523), El Oro (2,354), Santo Domingo de los Tsáchilas (2,554), Azuay (2,262), Tungurahua (1,479), Cotopaxi (1,472), Loja (1,323) y Morona Santiago (1,286).
El resto de las provincias ecuatorianas, incluyendo la circunscripción territorial de Galápagos (100 casos), registran menos de un millar de confirmados, aunque la provincia de Santa Elena alcanza los 988 contagios confirmados, la de Chimborazo 980, la de Pastaza 962 y la de Orellana, 921.
Ecuador se encuentra desde el mes pasado en un proceso de desescalada en las restricciones en su estrategia epidemiológica para encarar la pandemia de la COVID-19.
Esto supone pasar del aislamiento masivo al distanciamiento físico con el levantamiento de las limitaciones de movilidad humana, que entraron en vigor con el estado de excepción el 16 de marzo, y que ha sido extendido en varias ocasiones por el presidente, Lenín Moreno, la última el 15 de junio por 60 días adicionales.